lunes, 22 de agosto de 2011

Claudio Amodeo


Invitado de Hoy: Claudio Amodeo - Escritor (para mí)

Hola ¿Quién eres? Preséntate con tus palabras, por favor.

Soy Claudio Amodeo. Nací en Buenos Aires hace 33 años, estoy casado y tengo dos hijas. Soy Técnico en Electrónica, Analista de Sistemas y Escritor amateur.

¿Cómo empezaste a aficionarte en la CF?

De pequeño leía todos los bolsilibros y revistas Nueva Dimensión que mi padre compraba. Todas estaban colmadas de innumerables aventuras que me crearon la afición muy pronto.

¡Qué buena que estaba la Nueva Dimensión! Me acuerdo que iba a una Librería llamada “Mercurio” en Corrientes y Callao a buscar si había alguna que no tenía. Me encantaban los editoriales de Domingo Santos. ¿Y cuando sentiste el impulso de escribir?

Bueno, esa faceta de creador estuvo conmigo desde mi nacimiento. Siempre me gustó crear cosas nuevas, desde juegos de mesa, aparatos electrónicos, hasta las historias que tantas vueltas me daban en la cabeza. Actualmente creo además programas para ganarme el pan de cada día.

¡Juegos de mesa! Já, já ¿Y qué clase de programas creas? ¿Juegos?

Los programas que creo hoy en día son, por lejos, mucho más aburridos que los juegos de mi niñez. Como trabajo en un banco, tienen que ver con créditos y deudas, y las formas de cobrar esos créditos/deudas.
Los juegos eran muy variados, pero recuerdo dos que me gustaron especialmente. Uno era un tablero de guerra espacial para tres jugadores donde cada uno debía defender su planeta del enemigo. Tenía cosas interesantes como agujeros negros para utilizar como atajos y diferentes naves con un poderío particular. El otro, que creamos con mi hermano Oscar, era sobre taxis que debían recorrer una ciudad cumpliendo el pedido de sus pasajeros (tarjetas).

¿Qué temas te gusta abordar en tus cuentos?

Me gusta enfocarme en el costado humano (o sentimental) de mis personajes y utilizo el contexto de CF como excusa para hablar de lo que me apasiona. Busco expresar sentimientos diversos en mis relatos, explorarlos y ver hasta dónde pueden arrastrar a los protagonistas.

Cierto, también te gusta darles un toque argentino a los personajes ¿No?

En la medida de lo posible sí, pero busco un acento neutral cuando el destino del cuento es el extranjero (España mayoritariamente). Además depende de los personajes y de dónde se sitúe la historia.

¿Cuál es tu aspiración? ¿Fama?

Es muy difícil publicar hoy en día. Casi todo lo que escribo tiene que ganarse un lugar en el mundillo editorial a través de concursos. Mi aspiración es llegar a publicar cuentos y novelas con cierta asiduidad sin tener que superar tantos escollos. Eso creo que me haría un escritor de tiempo completo.

¿Qué es lo que te hace juzgar si un relato es bueno o malo?

Supongo que estás hablando de mis relatos, porque con los ajenos siempre es más difícil emitir un juicio de valor. Con mis cuentos soy muy exigente y rara vez alguno acaba por agradarme. Y cuando lo hace es probable que no sea del agrado de los editores y/o jurados a los que se los presento. Básicamente tiene que cumplir tres premisas:
Que se lea sin dificultad. No hablo de oraciones simples ni de vocabulario estrecho, sino de ritmo y tono. Que no se pierda en explicaciones rebuscadas ni cambie de tono en forma abrupta.
Que sea verosímil (culpa de la CF), o en todo caso, que la licencia que me tome se justifique sobradamente en función de la historia (como la improbable carambola cósmica de Cuerpos Orbitales).
Que el tema me desvele. Pasa que a veces las historias me arrastran a continuar despierto hasta altas horas de la madrugada, y eso me da la pista de que voy por buen camino. En cambio, a veces avanzar se hace penoso y sé que el producto final no será del todo satisfactorio.

¿Usás una estructura para escribir? Me refiero a la construcción desde la idea. Muchas veces me han respondido que se dejan llevar. Sabés, yo no puedo, siempre tengo Introducción-nudo-desenlace marcados a fuego. Y como mencionó Asimov alguna vez, siempre conozco el final, sólo vuelo para llegar a el. ¿Lo hacés así o sos de los que se dejan llevar a partir de una frase?

Yo necesito saber cómo termina la historia. Para mí el cuento es un relato de algo que conozco y quiero transmitir. Muy pocas veces me dejé llevar por una frase sin saber dónde iría a terminar la historia. Lo que suele ocurrir, sin embargo, es que lo que yo imaginé se altere por necesidades propias del relato.

¿Estás de acuerdo con los filtros de edición? ¿Quién debería realizarlos?

Por supuesto. Por más que nos duela, en muchas ocasiones nosotros estamos errados y el editor en lo cierto. Él es el que sabe lo que la gente quiere, o dicho más crudamente, lo que el mercado exige. La CF escrita en español en nuestro país, hoy por hoy, no es vendible. Eso hay que aceptarlo. Pero si a eso lo sumamos un conjunto de erratas, ¡listo! Agarremos nuestra autoedición y repartámosla a los amigos. Además, la existencia del editor hace que uno intente superarse constantemente y no se contente con un nivel mediocre.

¡Exacto! Yo tampoco me auto edité nunca. Bueno, sí hice una versión de un librito, pero jamás lo vendí, fue para obsequiar. Es sabido que si envías un cuento a Alfa Eridiani o Axxón, por dar un ejemplo, hay mínimo unos dos meses para que te evalúen y luego vienen las sugerencias antes de la publicación. También están los rechazos. Stephen King dice en un libro que el tenía una pizarra llena de notas de rechazo ¿Te ha ocurrido eso alguna vez?

Lo de las sugerencias me ha ocurrido muchas veces. Es raro que el cuento esté en condiciones óptimas de editarse tal como fue escrito. La Imposible Mujer Menguante, que salió en Visiones 2008, es un caso que sirve de ejemplo. Tras haber recibido y devuelto una nota de autorización para la edición del cuento, Sergio Mars se tomó la molestia de hacerme llegar una versión con más de 50 correcciones y sugerencias, algunas tan curiosas como “en España no decimos hizo silencio sino se calló” o “¿a qué te refieres con Hospital de alta complejidad?”
Por el lado de los rechazos tengo varios también. A veces se trata de cuentos que no dan con el estilo de una revista o el gusto de un editor, pero que acaban publicándose en otro sitio, y a veces simplemente porque tienen falencias que requieren de cirugía mayor y terminan en el cajón virtual de mi PC a espera de reescritura.
Con Narae me pasó lo primero. Nació siendo un cuento corto que envié al Visiones 2006 y fue rechazado por el seleccionador (Santiago Exímeno) porque, si bien le gustó, el género que buscaba para esa antología tendía más al terror. Meses después lo extendí y lo envié al concurso Axxón, donde pasó desapercibido (cosas de los concursos que dan para una charla mucho más extensa). Finalmente lo retoqué y extendí aún más y lo envié a concursar en OcioJoven. Acabó en la terna finalista y editado en el libro Un Portal de Palabras II, en el año 2009.

¿Qué opinas de los neologismos?

No me gusta abusar de ellos. Son interesantes cuando aparecen dosificados y bien justificados, pero no hay que exagerar. Una rama de la CF que me repele un poco es el ciberpunk, y en gran medida es porque abusa de neologismos para generar un clima artificioso.
Yo tengo uno que utilizo en muchos de mis relatos que es el handpalm, es decir, un PDA implantado en la palma de la mano, pero cuando lo hago trato de no abundar demasiado en sus virtudes tecnológicas, ya que considero bastante elocuente al término en sí. No sea cosa que el lector se ahuyente ante demasiada parafernalia.

¿Qué es la CF para vos?

Es un ámbito de exploración que me permite mover con libertad y que me da herramientas invalorables a la hora de expresar mis ideas del mundo en que vivimos y de la sociedad. Es un género literario muy versátil, que no depende de un clima específico como el terror, ni de personajes arquetípicos como la novela negra; no cae en la desmesura como la fantasía ni se debe ajustar al mundo real como el realismo. Tiene sus convenciones, es verdad, pero pueden ser fácilmente alteradas. Además, me resulta atractivo de leer.

¿Cuál de tus cuentos te es más querido? ¿Por qué?

Son dos hasta hoy: La imposible mujer menguante y La era del cambio. Los releo y me siguen gustando y veo que es porque tienen una carga subjetiva muy importante, que supera a la historia en sí y se transforma en el eje sobre el cual se mueven los personajes. En la imposible mujer menguante la pareja que lo protagoniza vive el milagro del tiempo alterado, lo sufre y lo asimila. Lo transforma en un elemento más de su vida y no en el centro. En la era del cambio, la ferocidad del protagonista por mantener su integridad física y psíquica es admirable. Tiene conclusiones que puse de relieve porque me parecen detonantes, y sugiere avances tecnológicos que pueden pasar a ser el boom de la década en cualquier momento.

¿Crees que hay lectores para lo que escribís?

No lo creo. Lo sé. Que la CF en español no sea vendible no significa que no se lea. Es que aquí el problema es otro: no hay mercado. No hay gente dispuesta a comprar. Sí a leer, pero no a comprar. Al menos no con las reglas actuales: ejemplares costosos y difusión local casi nula. ¿Cómo se revierte esto? Tengo mi idea, que incluso se podría aplicar al mundo de la música: mínimas ganancias —e incluso mínimas pérdidas— en pos de afianzar proyectos puntuales que creen ese mercado inexistente. Llevado al mundo de la música: ¿piratearía usted un disco si el original cuesta $10? ¿No compraría mucha más música, además? Desde el punto de vista de la literatura, y de la CF en concreto, el trabajo es más arduo porque es un arte menos popular que la música. Me saco el sombrero al ver a Luis Pestarini y sus Cuásares, al incansable Sergio Gaut vel Hartman y sus múltiples proyectos y a Laura Ponce con sus revistas Próxima y Sensación. Ellos también saben que hay lectores y que el mercado se puede revertir.

Hmmm. ¡Qué cosa, no! También está la seducción de lo gratis y fácil. Me encanta el rock y siempre compré CDs, pero cuando apareció taringa empecé a bajar unos cinco discos por día ¡Discografías completas! Libros y comics que no podría pagar aunque ganase diez veces más de lo que gano. Incluso he dejado de ir al cine, bajando las películas casi al mismo tiempo que el estreno en calidad DVD. Sin dudas las reglas cambiaron y hay que adaptarse, aunque no sé hacia donde nos dirigimos. Sólo falta que se desplomen los monopolios económicos y el cambio sería completo. Entiendo lo que decís sobre las Próximas, Quásares o Químicamente impuros, pero ¿No será que esas publicaciones son sólo para una minoría de simpatizantes como nosotros? ¿Una especie de inklings hispano parlantes en franca extinción?

No creo que sean publicaciones para una minoría. Lo que pasa es lo que te decía antes: falta difusión. Está comprobado que, superando un mínimo de calidad, cualquier producto es bestseller con una buena publicidad. Ejemplos me sobran.

Coincido. ¿Tienes un e-zine favorito?

Tengo varios: Axxón, OcioZero, Stardust y BEM Online. El primero porque es mi cuna, el segundo porque está hecho por jóvenes con mucha garra y proyección, el tercero y el cuarto porque me parecen muy completos. Sin ir más lejos, todas las bases de concursos las saco de Stardust.

¿Hay algún autor contemporáneo que sigas?

Desde que me hice aficionado a la CF me preguntaba qué se estaba escribiendo de nuevo en el género. Como todos, comencé leyendo muchos clásicos, y la revista Nueva Dimensión ya se extinguía cuando yo la conocí. Así la pregunta continuó hasta la llegada del nuevo milenio y el descubrimiento de Axxón. Desde entonces conocí autores fabulosos como Carlos Gardini, Sergio Gaut vel Hartman, Alejandro Alonso, Eduardo Carletti, Germán Amatto, Sergio Mars, Javier Negrete, Yoss y entre los angloparlantes: Ian MacLeod, Ian McDonald, Ted Chiang, Kij Johnson. De ellos leería todo lo que caiga en mis manos.

¿Cuál es tu autor favorito?

Todos los mencionados antes son mis favoritos.

¿Según tu parecer, Los autores de Cf colaboran entre sí o son individuos aislados?

El escritor es un individuo aislado por naturaleza. En la CF se da un ghetto o fándom que hace que los autores nos relacionemos un poco más y resistamos a los embates externos de gente que cada tanto anuncia la muerte del género.
No tanto como se podría, pero colaboramos entre nosotros. De otro modo, la CF local realmente habría muerto.

Es cierto. ¿Qué opinas de los ilustradores?

Últimamente no dejo de sorprenderme ante la calidad de las ilustraciones que acompañan a los textos en revistas y libros. En esto se ha alcanzado niveles superlativos que emparejan a los ilustradores locales con los del resto del mundo.
Por otra parte, la ilustración, ya sea de tapa o interna, es un elemento fundamental en la confección del producto literario. Si se tratara de vinos y carnes se hablaría de un maridaje perfecto. Ya nadie concibe un libro sin ilustración de tapa porque, en definitiva, se trata del golpe visual que, en muchas ocasiones, puede ser determinante a la hora de comprar.

¿Es importante la divulgación de las novedades CF?

Desde ya. Sean éstas de literatura o divulgación científica, es muy importante que las novedades se publiquen y repliquen en e-zines y blogs porque, como dije antes, hay una falta muy grande de difusión de lo que se hace en el género. La editoriales grandes (en volumen) se casan con productos poco falibles y, si por ellas fuera, las novedades de CF locales serían solamente las enésimas reediciones de los cuentos de Borges y Cortázar.

¿Qué opinás de la autoedición?

Es un tema que hay que tratar con tacto. Primero, hay distintos tipos de autoedición:
La que cobra la edición del libro sin importar si dentro de sus páginas hay una lista de supermercado, un graffiti o un prospecto de medicamento.
La que cobra la edición pero aporta corrección, pruebas de galera y cuidado en el material que se edita.
La que comparte los gastos de la edición (co-edición).
En las dos primeras el riesgo económico está siempre del lado del autor, lo que deja indiferente a la editorial en cuanto al éxito o fracaso de ventas. Esto puede conllevar a una mala distribución del producto y/o deficiente difusión, pero depende exclusivamente de la editorial en cuestión.
La última opción, la que quizás se presente en forma solapada con algún círculo de lectores que compren ejemplares de antemano (como hicimos para editar el Anuario I Axxón), deja en manos de autor y editor la suerte del producto. Aquí hay un compromiso mutuo.
Si me preguntás a mí, yo no quiero autoeditar mi obra por varias razones. La primera y más obvia es la económica. Estamos hablando de una inversión aproximada de $8000 para una cantidad de páginas y tirada más o menos decente. La segunda, porque habiendo pagado, es difícil que el editor se niegue a publicarte (y quizás debería, por eso de que conoce el mercado mejor que nosotros). La tercera, porque, como te dije cuando me preguntaste a qué aspiro, espero alcanzar el nivel necesario (calidad, visibilidad, oportunidad) para que mis libros se publiquen por mérito propio.

¿Te animás a opinar sobre algún editor que te haya publicado? ¿O no te haya publicado?

No. No me animo. ¡Ja, mentira! ¡Claro que me animo!
Eduardo Carletti fue el primero que me publicó. Fue un cuento para Urbys en tono humorístico que hoy, seguramente, le encontraría mil defectos para arreglar, así que le debo la confianza que depositó en mí.
Sergio Gaut vel Hartman es el amigo-editor que más me publicó y que continúa haciéndolo. Una veintena de cuentos en Axxón, algunos en Nueva Sinergia, otros en antologías en papel y en blogs. Sus críticas y correcciones siempre fueron atinadas. Sin ir más lejos, mi cuento más publicado, La muerte interior, no podría haber existido si no era por la tarea de corrección de Sergio cuando dirigía el Taller 7.
Laura Ponce me está editando de a poco en su revista Próxima una trilogía sobre lo que yo llamo el Ciclo de la Mecanización, que contiene el cuento El día y la hora, precuela del finalista del Domingo Santos La era del cambio, que también aparecerá, y La evolución definitiva, luego de su publicación en España.
Luis Pestarini aún no me publicó, pero espero poder colarme en Cuásar en algún momento.

¡Cuantos estuvimos en Taller Siete! Y fue muy beneficioso. Eso me recuerda que al principio de este diálogo te describiste como escritor amateur. No estoy de acuerdo para nada con eso. Me explico ¿Qué debe suceder para que alguien sea considerado escritor? ¿Tiempo? De hecho Isaac Asimov y Ray Bradbury eran más jóvenes que vos cuando publicaron sus novelas mejor conocidas. Claro que entiendo sobre autocritica. Para dar una idea de lo que digo, me he cruzado en el ambiente del comic con dibujantes que se autodefinen PRO. Sí, son correctos en sus trabajos, pero nadie se acuerda de los mismos. Cuando te leí en el Anuario Axxón me quedé pensando un tiempo en tu cuento "La muerte interior", me gustó. Dudó que Carletti o los otros editores que te escogieron sean “amateurs”. Y ni sueñes que voy a encabezar este diálogo poniendo: Claudio Amodeo – Escritor amateur ¿Qué opinás sobre esto?

Lo de amateur va más porque soy un aficionado que escribe por amor al arte de narrar historias. No soy profesional, es decir, no me pagan por hacerlo, y si lo hicieran, quizás no disfrutara tanto escribiendo. Hay un límite que no estoy seguro de querer cruzar, y es el que separa el placer del trabajo. Cuando le robo horas al sueño para acabar un relato que me gusta, me siento bien, reconfortado, pero si lo hiciera por obligación, porque hay que entregar pronto o lo que sea, creo que no sentiría lo mismo.
Así que, de alguna manera, amateur o aficionado considero que es la mejor manera de definirme.

Es verdad lo que decís. Eso me ocurrió varias veces con algunos trabajos que hice para España, comic books. Pero también tiene su lado provechoso, no te imaginás lo que se aprende bajo presión. ¿Ves televisión?

Poco. Deportes, películas y algún programa puntual, pero nada que requiera constancia de horarios. Las series vienen mal conmigo.

¿Qué opinas sobre los adelantos tecnológicos en la vida diaria? ¿Qué pensás de las nuevas formas de comunicación? ¿Y las redes sociales?

¡Juas! Me preguntás justo sobre el tema que más me ha hecho escribir. Sé una cosa: que los cambios son inevitables. La vida es un constante e inevitable cambio, digo al comenzar La era del cambio. Personalmente, me siento un poco como el protagonista, retrógrado, reacio a lo nuevo, pero ante todo trato de asimilar lo que considero bueno (provechoso) y descartar lo malo (ocioso). Tengo perfil en Facebook, por ejemplo, pero no lo uso casi nunca. Sé que hoy todo tema de conversación pasa primero por ahí y luego por las listas de correo, y por eso cada tanto entro a ver si me perdí algo importante, pero detesto la idiosincrasia del sitio: ahora es noticia, ahora ya no. Prefiero los blogs porque son más estáticos y me permiten navegarlos sin apuros y en el orden en que se me antoja.
Por otra parte, creo que finalmente el libro electrónico vencerá en su lucha contra el papel, pero aún el precio de los aparatos es alto y no se hará masivo pronto.

Ahora los chicos siguen aventuras a través de juegos de video o historias en cine condicionadas por el merchandising ¿Pensás que eso reemplazará a la literatura tradicional?

No. Eso es diversificación. Los juegos ni siquiera reemplazaron al ajedrez, que es otro juego. La literatura tradicional seguirá presente, aunque reducida y/o adaptada a otros formatos. De todas maneras estoy a favor de la diversificación, aunque no de la que es condicionada por el mercado.

¿Por que pensás que en la opinión general, la Cf es tan infravalorada?

Porque se relaciona al término con naves espaciales y marcianitos. Si Borges escribía CF…

¿Imaginás que algún día conquistaremos el espacio como en Star Trek?

Lo conquistaremos, pero no sé si como en Star Trek. Conquistamos el agua y el aire, en forma militar y comercial, y en menor medida en forma turística y científica, ¿por qué el espacio habría de ser diferente?

Si hubiese un holocausto climático o ecológico ¿Qué harías?

¡Caramba! Si hubiese un holocausto creo que haría lo poco que se puede hacer: sobrevivir, pero por favor ¡qué no sea como en La Carretera!

Contrario a varias opiniones que vi en internet, a mi me gustó mucho La carretera, pero no me convenció eso de tener gente en un sótano y se queden así como tontas ovejas. ¿Cuál es tu película de CF favorita?

Te hago una lista: Brazyl, Gattaca, Dark City, Close Encounters of the Third Kind, Blade Runner, Apocalypse Now, The Thing, The Howling, Alien, The Terminator, Hellraiser, Fight Club, Donnie Darko, Moon, Crash, Back to the Future.

¡Ufff! Una gran variedad. ¿Crees que los autores de Cf son nerds o ratones de biblioteca despegados de la realidad?

Conozco unos cuantos con esas características, pero no son la mayoría. De hecho, algunos están más ligados a la realidad que escritores de otros géneros porque buscan expresar sus ideas de futuros utópicos o distópicos, o pasados ucrónicos teniendo a la realidad como base. Y eso, lo aseguro, no es tarea fácil.

¿Cuál fue el último cuento de Cf que leíste?

En lo último que leí está el especial del Cuásar 50/51 que tiene muchos cuentos geniales. Pueden llorar ojos no humanos, de Germán Amatto fue el que más me gustó entre los autores locales y Spar, de Kij Jonson entre los extranjeros.

¿Pensás que alguien leerá este diálogo?

Por supuesto. Y espero no haberlo cansado.


http://www.claudioamodeo.com.ar/

1 comentario:

  1. Felicitaciones a Claudio por su perseverancia. Te leo y parece que fuera mi propia historia, los mismos gustos y pasiones, influenciado por viejas revistas de CF que llegaron a nuestras manos (en mi caso la gran Mas Allá).
    Por otro lado me tira abajo el que sea tan difícil publicar lo que uno escribe. Por mi parte decidí meterlo en blogs ya que así recibo las críticas, las felicitaciones de mis seres queridos, el apoyo de lectores impensados de otros paises, y más sin tener que pasar por los meses de espera y el arduo filtro de los editores. Obviamente no gano un peso pero al escribir por placer no se hace tan difícil.

    El sueño del pibe: vivir escribiendo. Espero Claudio que lo consigas. Muchos éxitos.

    Ignacio

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