martes, 31 de mayo de 2011

Teresa Pilar Mira de Echeverría - Escritora - Licenciada en Filosofía y Coordinadora del grupo Filosofía yCiencia Ficción







Hola ¿Quién eres? Preséntate con tus palabras, por favor.


A riesgo de ponerme a filosofar y hablar de existencia, esencia personal, imposibilidad de definiciones, etc.… Vamos a lo concreto.
Mi nombre es Teresa Pilar Mira de Echeverría. A saber: un nombre heredado de una abuela, el otro de una advocación a la Virgen ―del lugar donde nací―, el primer apellido marcando una honrosa pertenencia a unos padres maravillosos e idealistas y, el segundo, adquirido gracias a mi opción de amor por un hombre increíble al que adoro.
Tengo un doctorado en filosofía (con una tesis dedicada a la mitología y a la ciencia ficción), una carrera interrumpida de astronomía, e intento dedicarme a lo que más me gusta, que es la ciencia ficción, dentro de ese marco de elecciones. De modo que procuro escribir, hago algunos ensayos y me dedico a la investigación de los temas y autores de la cf dentro del ámbito de un análisis simbólico-filosófico… o algo así.

¿Obtuviste el doctorado con esa tesis?


Sip. Lo que me llena de alegría porque pude unir, a mi amor por la filosofía, mi pasión desenfrenada por la ciencia ficción. La introduje un poco a modo de caballo de Troya, supongo. La tesis trata sobre mitología, símbolo y la metodología empleada para su análisis, y sobre el rol de la imaginación en todo este proceso; así que propongo a la cf como la mitología de nuestra época —lo cual resultó en que tuve que dedicar media exposición a defender la idea de creación constante de mitos y no la inclusión de la ciencia ficción—.
Específicamente traté el entramado simbólico del universo de Cthulhu de H. P. Lovecraft, Dune de Frank Herbert y la “trilogía”: VALIS (en castellano se tradujo como SIVAINVI), La invasión divina y La trasmigración de Timothy Archer de Philip K. Dick. Mil y pico de páginas que no sé si alguien leerá alguna vez… la voy a tener que serializar, je.

Me parece una buena idea ¡Sivainvi! ¡Qué complejo ese Dick! Pero muy entretenido. ¿Cómo empezaste a aficionarte en la CF?


En mi casa siempre fueron lectores ávidos y autodidactas durante generaciones (mi abuelo Jerónimo, un tipazo el anarquista, aprendió a leer sólo usando las etiquetas de las latas de conservas y terminó acunando una colección de Salgari y Verne envidiable; el otro abuelo, Domingo, un hombre bueno como pocos, era cambista del ferrocarril y llegaba a su casa para leer libros de astronomía. Se ve que es cuestión de genes. Yo los conocí a través de mis padres y su orgullo por ellos). A mi mamá le fascina la poesía, sobre todo Lorca y Machado, entre otras cosas. A mi papá, la literatura existencialista, por así decirlo, Dostoyevski y Víctor Hugo, como ápices. Pero los dos son personas muy abiertas. Y como en casa la libertad siempre fue lo primero, a eso de los nueve años estaba leyendo Crimen y castigo y memorizando Anoche cuando dormía.
A los diez años, más o menos, descubrí que la bibliotecaria del colegio no era como la pintaban mis compañeras y me hice tan amiga de ella, como una nena de diez puede serlo de una señora adulta. La cosa es que con ella conocí a Walter Scott y Julio Verne.
Algún interés en la astronomía despuntó a los once años y algo debo de haber dicho sobre la ciencia ficción, porque mi papá me regaló de pronto 2010 odisea dos de Arthur C. Clarke (sin 2001), pero eso bastó para dejarme fascinada por la ciencia ficción y para retroalimentar a mi viejo que se hizo fanático de Huxley, Simak y Bradbury.
En esa época comenzaba a salir una colección maravillosa en la Argentina (y, sobre todo, en Pilar, un pueblo con berretines de ciudad ―ciudad natal y en la que pasé media vida―, donde, entre otras rarezas exóticas, llegamos a estar años sin una librería ―sí, tiemblen de terror lectores, eso sucedió―). Me refiero a la “Biblioteca de Ciencia Ficción” de Hispamérica, que llegaba a los quioscos de revistas; los celebérrimos libros de cubierta azul y plateada. Como vengo de familia clase media cultural, pero clase pobre material, se hicieron esfuerzos sobrehumanos y pude tener una gran cantidad de ellos. Ahí conocí un tesoro de autores que me acompañarían a lo largo de mi vida: Asimov, Niven, Simak, Watson, Blish, Heinlein, etc. De golpe el universo perdía todos sus límites y me sentí por primera vez en mi elemento, entre mi gente (aunque a la distancia).
Finalmente, a los quince, tuve mi revelación: Dune de Herbert, que me cambió la vida como lectura iniciática y, más adelante, con la aparición de Philip Dick y su Ubik, se afianzó la idea de una vocación a la que estaba ya ligada de por vida.

¡Ufff cuanta info de un tirón! A ver, hablaste de genes. Una teoría interesante, siempre algún rasgo se tiene en común, aunque también enormes diferencias. Te lo aseguro, yo tengo tres hermanos y hay cosas en las que no coincidimos ni un ápice, je. Yo también leí 2010 antes de 2001 y Clarke me llevó de paseo por el Sistema Solar de una forma que nunca había conocido. Esa Colección de Hispamerica, que mencionás, trajo la CF a todos aquellos chicos y no tan chicos que a mediados de los ochentas, conocimos a Dick, Niven, Heinlein, Clarke, Asimov… En esa colección no estaba Dune, pero yo sentía mucha curiosidad por esa saga por un articulo en Nueva Dimensión. Cuando me compré el libro, adoré la prosa de Herbert (que ninguno de mis amigos de aquellos días, aceptaba). En la misma época leí Fundación y mi camino al lado oscuro fue definitivo. ¿Cuando sentiste el impulso de escribir?


Desde el principio de mis lecturas. Y escribía terriblemente mal. Con lo cual me descorazonaba un día y, al siguiente, empezaba de nuevo, medio ofendida en mi orgullo y medio esperanzada en mejorar.

¿Era autocritica o tenías algún critico en la familia?


No, en mi familia siempre vieron lo que hacía como fantástico (y bueh, hija única). Pero ojo que mi viejo si te tenía que criticar algo lo hacía. Se ve que el amor era más fuerte. Lo bueno es que siempre me alentaron a seguir escribiendo.
En realidad era a mí a quien nunca le gustó lo que escribía en esa primera época, pero las ideas las fui rescatando y reescribiendo una y otra vez a lo largo de los años hasta terminar en cuentos bastantes potables. Así que tanto no me deberían disgustar si no los tiré.
Con las novelas es otra cosa.


¿Novelas? ¿Estás escribiendo una novela?


A ver, con ese berretín medio omnipotente que tiene uno en la adolescencia escribí dos novelas: una de tipo ecológica que es para llorar de espanto, y otra medio experimental centrada más en los medios de expresión, en juegos de lenguaje y en la generación de estados de ánimo en el lector, etc., que resultó muy buena como catársis para mí misma —me hizo muy bien escribirla en lo personal—, pero muuuuuy densa para cualquier otro lector, lo admito.
En la actualidad hay una novela en producción y otra en mente. Pero, con los años, uno le tiene mucho más respeto a la novela de lo que la bravata de la juventud permitía. Ahora voy con más calma y trabajándola mucho más, casi obsesivamente. La reescritura es muy fuerte acá. Consulto con la gente que confío (Guille, Laura, la gente del taller, sobre todo), investigo mucho más, reelaboro, medito, bueno, “laburo” de veras. Y esto me ha permitido darme cuenta lo justo que es que, en muchos libros, el autor incluya una sábana de gente a la que le agradece su colaboración. Sin esos amigos y colaboradores, sería imposible hacer algo remotamente potable.

¿Qué temas te gusta abordar en tus cuentos?


La “otreidad”, la capacidad de convertirnos en otros ante nosotros mismos. Es decir, la idea de que somos más que una identidad cerrada, que somos algo en crecimiento constante. Pero, al mismo tiempo, somos también lo que no somos, es decir, que lo que excluimos o lo que negamos también nos define. Mis personajes sufren casi siempre transformaciones enormes, o la humanidad entera se halla tan transfigurada respecto de sí misma que es interesante ver qué la determina o si es necesario o posible definirla ya.
Creo, sin dudas que allí hay mucha influencia de Philip Dick y de Octavia Butler, pero con un giro propio. Amo la diversidad, la variedad, las opciones. Me gusta la riqueza que trae la diferencia: distintos modos de pensar, de amar, de ser. La diversidad cultural, el no encasillamiento, los juegos de opuestos que pueden unirse, el cambio positivo, la permanencia honrosa… soy medio heraclítea (aunque en mi vida personal soy bastante parmenídea).
Quizás, en el fondo, es la retroalimentación suave, lenta e ininterrumpida entre realidad e imaginación lo que me interesa.

Te cuento que la primera vez que te leí (DEXTROGIRO), terminé el cuento y volví al principio. Había mucho que no conseguí captar, pero sabía que estaba ante algo bueno. Con la segunda lectura me resultó buenísimo. ¿Cómo construís un relato?


Bueno, casi siempre a partir de una idea o frase suelta. En realidad nunca sé en qué va a terminar un cuento. Mi marido, Guillermo, tiene toda la historia armada en la cabeza cuando se sienta a escribir, admiro eso. Yo no sé que voy a poner en el renglón siguiente.
A veces construyo un cuento dando vuelcos de timón para alejarme de lo que “lógicamente” se seguiría en el decurso normal de los hechos, otras intento intuir un sentido a medida que avanzo (pero creo que en realidad escribo cuando logro que consciencia e inconsciente trabajen parejos). ¿Viste cuando parece que el cuento se escribe sólo y quedás sorprendido del resultado?
En una época tomaba una imagen (mucho Magritte) o música (según la época: Vangelis, Pink Floyd, Yes, ELO, Boston, Gershwin, Puccini, depende) y arrancaba desde las sensaciones. Mi primer cuento lo escribí escuchando The year of the cat de Al Stewart. Ahora trabajo un poco más con el inconsciente, a lo Bretón —pero sin comparar con su genio, por favor—: uno dos o tres palabras completamente al azar (algo que pienso o veo, etc.) y a partir de allí me pongo a construir una historia. Por ejemplo, tengo un cuento que se llama “Fuerza laboral” que nació durante una reunión de las organizadas por Pestarini. Recuerdo que estábamos en un bar con muchos espejos, delante de mí había un vaso y cruzó por mi cabeza la palabra “perro”; así que anoté en una servilleta: “Desde el fondo del vaso, el espejo le ladró con fuerza”, y ahí nació el cuento. A veces me mando un mensaje por celular a mí misma con algo que se me ocurrió, pero en diferido, para dentro de dos o tres días y cuando llega es como una invitación a escribir. Creo que, por haber sido excesivamente racionalista en una época, me gusta soltarle la cuerda a la imaginación y ver que pasa cuando se aloca, y después recoger el hilo de a poco y seguirle la pista para desentrañar el sentido o crearlo. ¡Qué querés que te diga, mi ídolo es Dick!

¿Cuál es tu aspiración? ¿Fama?


¡Nooooo! (¿Es esa la respuesta políticamente correcta, no?)
Bueno, en serio, fama no. Pero reconocimiento sí. A ver, reconocimiento en tanto persona, no como un talento que, honestamente, no creo que tenga. En resumen: me gustaría que me leyeran.
Me gustaría, en definitiva, decir algo que marque una diferencia, que deje una huella buena en el mundo (aunque sea en un rincón de él). Sé que uno escribe primariamente para sí mismo, pero también lo hace para los demás.
Cuando hago un ensayo me gustaría que todos lo leyeran, no porque lo escribí yo, sino porque hablo de gente muy pero muy grande: Dick, Zelazny, Delany, Lovecraft, Oesterheld, Herbert, Farmer; y ahí sí quisiera que la gente los conociese, que degustase los mismos placeres y cuestionamientos que ellos me hicieron sentir; y que saboreasen cómo se transfigura el mundo luego de leerlos. Es como querer compartir con los demás algo que es demasiado bueno como para que quede en uno mismo.
Cuando escribo un cuento, primero me exorcizo, luego vuelco sueños y, finalmente, pienso en una idea y un argumento que me gusten. Pero también pienso en el lector. Quisiera hablarles; no enseñarles, porque yo no tengo nada nuevo que enseñar, pero sí hacer surgir en ellos ideas nuevas, modos más amplios de ver el mundo (es fantástica esa sensación que uno experimenta cuando, de pronto, el universo se hace un poco más extraño, un poco más grande y un poco más rico en texturas existenciales de lo que era hasta hace un momento).
En el fondo, los escritores somos unos egocéntricos, no hay caso. Pero Sartre decía algo interesante: los escritores incómodos, los que dejan al lector con una espina clavada, tienen una función muy importante: hacer de puente o intermediario entre los problemas existenciales y el lector. Eso me gusta, no porque quiera jorobarle la vida a la gente, sino porque creo que es un rasgo distintivo del ser humano el preguntarse (y el tenerle miedo a la pregunta): ¿para qué miércoles estoy en el mundo?

¡Tal cuál! Es eso, Teresa. La misma reflexión de Rick Deckard al final de Blade Runner ¿Hacia donde voy? ¿De donde vengo? ¿Cuánto tiempo tengo? Cada vez que escribimos, estos interrogantes están presentes, aún en la novelita de amor más cursi. Hasta hace unos años, fantaseaba con la idea de que la muerte era algo que podía eludir, pero un día me di cuenta que hay dos cosas fundamentales en la existencia, comunes a todos: Nacer y morir. La cosa es que sé que voy a morir, y vos y todos los que leen esto. Somos como Roy Baty y por eso escribimos. Y esa pequeñez, bajo un universo de mil millones de galaxias con cien mil billones de estrellas cada una, nos hace concientes de lo inútil de la guerra o del enriquecimiento desmedido. Estoy seguro que más de una vez te encontraste reflexionando sobre esto ¿Puede ser?


Mirá, hay algo increíble en eso que expresás. Platón le hacía decir a Sócrates que la filosofía era una preparación para la muerte, ¡qué tema! Tratamos todo el tiempo de evitarlo.
Mi viejo me decía siempre, con eso de disfrutar el momento, que podía ver el nacimiento como el inicio de la cuenta regresiva, y mi vieja le contestaba que hay algo más inevitable que la muerte: la vida… Bueno, ese es el problema, tal vez.
Quiero decir, ¿a qué le tenemos más miedo, a la muerte o a la vida? Creo que los dos temas son indisolubles y por eso se evitan los dos; si hablás de uno, inferís el otro. Los cuadros de santos solían tener en algún rincón una calavera, la idea era ponerte en perspectiva, dilucidar qué es lo importante, por qué cosas vale la pena luchar. ¿Qué voy a hacer con este tiempo que tengo?, ¿qué puedo, qué debo, qué quiero hacer (por qué no todo junto)? ¿Voy a la cosa en sí o surfeo por ahí haciéndome el tonto para no ver que es la muerte lo que hace valiosa a la vida? ¿Hay un sentido oculto o el propio vivir es un fin en sí mismo? Y sobre todo, ¿importa la respuesta o es la pregunta la valiosa? Es decir, a lo Le Guin en La mano izquierda de la oscuridad, lo bueno del misterio quizás sea el amasar, manosear, trabajar las preguntas profundas, formularlas sin esperar una respuesta, porque no son “problemas”, nadie te puede decir X = 42… vida y muerte son misterios y, por lo tanto, como decía Marcel, estamos envueltos en ellos y ellos nos jugamos. Para vivir hay que ser heroico, la vida es la más hermosa de las causas perdidas.
Por ahí lo más importante de Roy Batty no es lo que dice (que es el resumen más maravilloso de la angustia ante la finitud —y ante la infinitud— que he oído), sino que lo dice, que se lo dice a sí mismo y a Deckard. Que vale la pena decirlo, como un último desafío-esperanza. Es la maravillosa frase de Bradbury en Fahrenheit 451: lo importante es qué dejamos atrás, ¿somos el hombre que corta el césped o el jardinero? Cuando el hombre que corta el césped se va, dice Bradbury, bien podría no haber estado nunca allí; pero la mano del jardinero permanece en el jardín para siempre, sin él nada hubiera sido lo mismo. Tal vez por eso escribimos.

Cierto. ¿Qué es lo que te hace juzgar si un relato es bueno o malo?


¿Mío? ¡Uy! Primero, que no sea aburrido, ni pedante, ni sentencioso, ni una declamación científica (de la ciencia que sea). Segundo, que tenga cierta poesía interna, soy muy barroca. Tercero, que diga algo, que no sean sólo palabras lindas o historias interesantes pero huecas. Y cuarto pero, en última instancia, primero: que la gente en quién confío me diga qué le gustó y que pueda extraer de la historia, no tanto lo que yo quise poner, sino conclusiones propias (hace mucho que renuncié a comunicar “al pie de la letra” mis ideas e impresiones, la riqueza del lector es mucho más grande que la mía y es la única forma de superar la imposibilidad de comunicación básica: somos más solipsistas de lo que pensamos… A mi me gusta pensar que podemos ser, un poco a lo Leibniz, entes cerrados en nosotros mismos, pero hechos de espejos y, por lo tanto, capaces de reflejar en nosotros al otro y ponernos en su lugar). Y supongo que no hay que descuidar la intuición.
Uno nunca es muy buen juez consigo mismo: a veces somos despiadados y otras nos sobreestimamos, todo depende del día y la circunstancia, je, je.

Es verdad, yo no soy para nada buen juez de mis laburos, necesito que mi mujer miré por sobre el hombro y acoté esto o aquello. Nunca recibo estas criticas de buen grado, pero al final siempre entiendo que tenía razón ¿Te pasa lo mismo con Guillermo?


Guille es súper delicado en sus críticas, no porque yo sea loca (que lo soy, trabajo las críticas lo mejor que puedo —aunque a veces duelan porque no es a vos a quien critican sino a uno de tus “hijos”, ¿no? Y eso ya es otra cosa—) si no porque él tiene un tacto increíble. Sabe como decirte algo sin que sea un demérito si no que te lo presenta como una oportunidad de mejorar. Además no me deja tirar nada de lo que corrijo.
Y como también escribimos juntos, eso ya nos da un ejercicio en saber cómo piensa el otro al escribir. Es raro, yo escribo a mi estilo, él al suyo, y cuando lo hacemos juntos, hay un tercer estilo que no es ni él, ni yo, es un nosotros diferente.

¿Estás de acuerdo con los filtros de edición? ¿Quién debería realizarlos?


Yo no tengo mucha experiencia con editores. Pero todas las que tuve han sido excelentes (Santiago Oviedo, un capo, editor de NM, por ejemplo).
Tengo la dicha de tener como amiga a Laura Ponce (editora de la revista Próxima) y, para mí, ella es el ideal del editor. Un editor que ayuda a darle al cuento el temple final.
A ver, uno, como escritor, forja y golpea y moldea al cuento; le pone arabescos y empuñadura, etc. Pero el editor le da el templado final que afianza el acero y lo hace dúctil pero filoso; ese temple es el que hace que la obra valga la pena. Creo que el secreto de Laura es que, además de ser una persona totalmente generosa, es también escritora y, como conoce este lado del mostrador y es buena gente, entiende cómo relacionarse con los escritores.

¿Qué opinas de los neologismos?


¡Me encantan! Bueno sobre todos los de la ciencia ficción. Admiro mucho el análisis literario de la cf que hace Delany. Y tiene dos delicias lingüísticas que me parecen estupendas: el trabajo con neologismos (él cita los ornitópteros de Frank Herbert y Cordwainer Smith) y el juego con las metáforas, a veces, literalizadas.
Los neologismos son como los hijos de la experimentación colectiva con el lenguaje y las ideas (ojo, no hablo de tonterías que están de moda, sino de términos acuñados que encierran toda una historia, casi una mitología detrás).
Yo amo la ciencia ficción de los ’60, la New Wave, y ese movimiento representó una forma de escribir bien experimental, bien polémica, constantemente rompiendo con todos los límites (digamos que hay una especie de Biblia New Wave: Visiones peligrosas… Bueno, ese es el mejor ejemplo de por qué me gusta ―¿Ves? ¡Ahí hay un juego de editores de lujo que eran también escritores (Ellison, Pohl, Aldiss y, sobre todo, la increíble Judith Merril) y que dieron un impulso de renovación y crecimiento fantástico a la ciencia ficción―).
Hablo de experimentación formal, de contenido, etc. Desde “El Hombre Pi” de Bester (con ese inicio donde la propia ubicación espacial de las palabras en el papel es importante) a “Jinetes del salario púrpura” de Farmer (donde no te deja un marco conceptual en pie). Y ambas formas de experimentar acuñan sus neologismos: palabras nuevas, productos de un lenguaje vivo que crece y muta, y que, en definitiva, reflejan el cambio de esquemas y las síntesis operantes en los demás niveles.

¿Qué es la CF para vos?


Mi vocación, es decir, mi llamado. Mi manera de estar en el mundo. Mi mitología.

¿Tu mitología? ¿Esa respuesta amerita una extensión, no? ¿Podrías explayarte más?


Bueno, la mitología (definición Mira Echeverría, je, je) es un faro, un mapa, un sistema de guía si se quiere. Los mitos presentan símbolos con los cuales guiarnos por lo profundo de la vida (no son explicaciones, implican que es distinto). Pero lo hacen de tal manera, que no te dan una receta sino que respetan tu propio modo de ser. Cada civilización, grupo, persona, tiene sus mitos, los que lo definen y ayudan. Para mí, la ciencia ficción es mi mitología, el modo de entender y descifrar el universo, la vida, a mí misma… todo. Es mi historia y es mi mapa.
Una vez leí en una página de Internet algo que me causó un gran impacto. Alguien contaba una anécdota maravillosa más o menos así (perdón si no la cito bien, pero la memoria es una gran tramposa a la que le encanta adornar las cosas y trastocarlas, gracias a Dios): cuando era chico, este hombre había visto Star Wars y había quedado fascinado. Un día, su madre lo llevó al dentista y, como premio por haber pasado tan bien la ordalía, al llegar a una juguetería o kiosco donde había dos sables láser de plástico, le pidió que eligiera uno porque se lo iba a comprar. Y ahí viene lo bueno. El chico mira los dos: uno rojo y otro verde. Y piensa: el rojo es más lindo, más brillante, pero el verde es el de los buenos… ¿qué hacer? Y el narrador concluye: “finalmente, aspiré hondo y elegí el verde. Ese día elegí mi destino”.
Bueno, eso es mitología, señores.

¿Cuál de tus cuentos te es más querido? ¿Por qué?


Uy, ¿a qué hijo se quiere más, he?
A ver, el primer cuento que tuvo buena crítica de verdad, es decir, que le gustó a la gente, es también el primer cuento donde me solté y dije: “ma’ sí, yo pongo lo que pienso y listo”. Me salió medio mítico, medio filosófico y medio poético (así al 150% porque no respeta dimensiones ni leyes). Tiene algo de duro y de astronomía, y muchísimo de introspección. Representa mis miedos y búsqueda de autoconocimiento. Y, por supuesto, tiene una pizca de trascendencia.
Bueno, por todo eso, el elegido es “Dextrógiro”. Cuando lo terminé me dije: “bueno, si seguís escribiendo así, por ahí hasta hacemos bien las cosas”.

¿Crees que hay lectores para lo que escribís?


Bueno, la certeza ya no es fe. Dice San Pablo que cuando veamos cara a cara ya no necesitaremos la fe porque tendremos la evidencia.
Sé que hay lectores para lo que escribo porque los conozco y te los puedo nombrar. No son muchos pero, ¡sí que son buenos!

¿Tienes un e-zine favorito?


Bien, yo comencé con Axxón y creo que es la mejor publicación que hay en internet. Lo digo por la calidad de su gente y de su obra. Y le sigo siendo fiel.
Además, gracias a Axxón conocí a mi esposo, me publicaron por primera vez, encontré a mi mejor amiga, ¿cómo no decir que me cambió la vida?

¿Hay algún autor contemporáneo que sigas?


A ver, seguir, seguir… a Ted Chiang, que me parece un monstruo maravilloso. China Mieville, otro genio.
También he visto algo de Susana Clarke y Michael Chabon que me dejó patitiesa. Y, en otro plano, Guillermo del Toro (junto a Hogan) me acaba de dar una grata sorpresa con su trilogía vampírica.
Ahora mismo estoy embarcada en la lectura de tres autores (porque suelo leer en paralelo y, si puedo, en el original, pero eso último lo hago de paranoica, nomás y lo primero de ansiosa): George R. R. Martin ―pero todavía en su faceta ciencia ficcional― (Los viajes de Tuf), Dan Simmons (Hyperión) y Neal Stephenson (Anatema).
También me encanta cómo escriben por el sur: Rodrigo Juri, Laura Ponce, Néstor Figueiras, Juan Manuel Valitutti y, por supuesto, mi marido, Guillermo Echeverría.

¿Cuál es tu autor favorito?


No es justo, uno solo, no. A ver, lo pongo de esta manera:
Cuando sea grande quiero contar historias como Frank Herbert, con las tramas e ideas de Philip Dick, el contenido liberador de Philip José Farmer, la filigrana literaria de Samuel Delany y el espíritu mítico de Roger Zelazny... ¡Menudo monstruo saldría!

Puede que ya lo estés haciendo. ¿Según tu parecer, Los autores de Cf colaboran entre sí o son individuos aislados?


Colaboran. De chica creía en la figura del escritor romántico, solitario y atormentado. Luego me di cuenta que el surgir de buenos escritores casi siempre viene en “paquetes”: grupos enteros de genios salen a la luz apoyándose los unos a los otros. Ni Dickson, ni Vance, ni Sturgeon, o Gibson o Pohl o Silverberg, etc, salen solos, siempre hay un grupo. Lo de la endogamia asimoviana está bueno, somos un grupo chico, ¡lo único que falta es que nos dividamos o rivalicemos!
Las ideas de unos alimentan a otros, las críticas que te hacen otros te ayudan a acrecer, y las tendencias a formar subgrupos internos agilizan la plasmación de nuevos universos o subgéneros.
En lo concreto conozco un montón de escritores talentosos y los veo sentados en la misma mesa del bar, intercambiando ideas. Y, en lo personal, tenemos una banda de amigos que son muy buenos escribiendo (ni que hablar de los locos lindos de nuestro taller literario que hasta tienen personajes colectivos) y que, por alguna razón extraña, me aceptan entre ellos.
De todos modos, creo, como decía Lévi-Strauss, que la creatividad es el justo medio entre comunicación y aislamiento. Medio como en el Eclesiastés, hay un momento para comunicar, intercambiar, apoyar y ser apoyado; y hay un momento para encerrarse sólo en el cuartito de escribir, rumiar la idea y darle forma desde uno mismo.

¿Qué opinas de los ilustradores?


Son mágicos. O sea, uno tiene una idea en la cabeza y después alguien lee tu cuento y lo pone en imágenes… y ¡zas! Es como si cobrara vida propia, más allá de tu idea rudimentaria, más allá del cuento incluso, como algo nuevo en sí mismo.
La gente que me ha ilustrado los cuentos no hace más que enaltecer mis garabatos literarios: Ahí tenés a Néstor Toledo que me pone la piel de gallina (me honró ilustrando “A su imagen”, “La lámpara de Diógenes” y “El obsequio”) ahora, hasta pienso cómo quedaría un personaje dibujado por él mientras lo escribo. En Axxón Valeria Uccelli hizo un dibujo conceptual de “Púlsar” muy interesante, y Fraga me ilustró “Dextrógiro”, un lujo. Bueno, ese mismo cuento también salió en Opera galáctica con un dibujo de tapa muy surrealista y que expresó otro costado del cuento, el mítico: fabuloso. Y hasta tuve la suerte que mi último cuento publicado “Atuendo”, lo ilustrara Guillermo Romano, ¡qué decir, guau! (Claro que me está faltando un ilustrador de lujo… Vamos Carper, porfi… y no lo digo por compromiso porque vos sabés que tu obra me encanta).
Además las ilustraciones en sí son una fuente de inspiración (la anécdota de Vance y Velero 25 no tiene desperdicio), mucho de lo que escribo lo hago viendo las viejas tapas de Ultramar de Antoni Garcés [suspiro].

¿Es importante la divulgación de las novedades CF?


Como todo, sin comunicación (y aún no descubierta la telepatía) hay cosas que se pierden sin la divulgación. Hay escritores muy buenos afuera y adentro de Argentina que tardamos en reconocer sólo porque no sabemos que están ahí.

¿Qué opinás de la autoedición?


La respeto pero no creo que yo la utilizaría.

¿Te animás a opinar sobre algún editor que te haya publicado? ¿O no te haya publicado?


Bueno eso ya lo hice. Y de los que no me publicaron, ¿tal vez sean los más inteligentes?

¿Ves televisión?


Bastante. Series, películas clase B y toneladas de dibujos animados. Son como estudios culturales y además te divertís.
Antes miraba los canales de divulgación científica, pero ahora me enojo mucho con la sarta de pavadas que dicen algunos o las cosas interesantes que comunican mal otros.

¿Qué opinas sobre los adelantos tecnológicos en la vida diaria?


Que son inevitables. Algunos buenos, otros pésimos o prescindibles. La mayoría brindan una ventaja en la vida que es fabulosa: por ejemplo, un teléfono celular que tanto te puede salvar la vida o hacer que no te equivoques de Bar al ir a encontrarte con un amigo. ¡O un e-book que te permite tener toda una biblioteca en el bolsillo! En los talleres literarios y en las clases eso es fabuloso.
Pero siempre hay un precio que pagar por todo. Todo crecimiento exige un sacrificio. Y el precio por la tecnología es la libertad o, mejor dicho, la independencia. Con cada nuevo adelanto mejora nuestra vida, pero renunciamos a una libertad. Ahora somos dependientes de formas de energía, etc. No lo veo como malo ni bueno en términos morales, sólo como un hecho sobre el cual reflexionar. Después de todo, desde que se descubrió la palanca que esto viene sucediendo.

¿Qué pensás de las nuevas formas de comunicación? ¿Y las redes sociales?


Es interesante considerar varios aspectos.
Uno: la democratización de la comunicación. Ya casi no hay privilegiados, cualquiera puede informar, romper monopolios o hacer sentir voces oprimidas o censuradas.
Dos: mucha gente solo emite pero no recibe. Por lo que, la mayoría de las veces, la Internet se convierte en un cúmulo de soliloquios donde a todos les interesa muchísimo lo que ellos mismos tienen que decirle al mundo, pero no lo que dicen los demás.
Tres: jamás tuvimos tanta información tan fácilmente y eso es maravilloso. Aunque puede generar una especie de abulia o saturación. He encontrado libros que nunca podría haber adquirido de otro modo (por precio, lejanía, rareza, etc.); pero también veo que se pierde el ímpetu de la investigación porque lo que antes era considerado un esfuerzo normal, ahora es visto como algo engorroso, por ejemplo, ir a una biblioteca. Y, si sos escritor de ciencia ficción, la investigación es tu columna vertebral.
Cuatro: No todo el mundo accede a ella. A veces olvidamos que somos privilegiados. Existen millones de personas que no tienen Internet… ni electricidad… ni comida. Así que es un fenómeno revolucionario en un sector del mundo y, probablemente, termine afectando al otro sector que no accede a esa tecnología. Sólo espero que lo haga para bien (pero eso es más bien un deseo).

Ahora los chicos siguen aventuras a través de juegos de video o historias en cine condicionadas por el merchandising ¿Pensás que eso reemplazará a la literatura tradicional?


Nop. Yo soy fanática de Star Wars y tengo un modelo de Ala-x y un Yoda en miniatura y te aseguro que sigo leyendo.
Al revés, muchos pibes buscan la novelización de su película o juego (como las viejas de Stackpole, por ejemplo). Los juegos de rol, si mal no entiendo, son una forma de creación impresionante y exigen ingenio, razonamiento y mucha imaginación. Y los chicos seguidores de Harry Potter leen en grande, te lo aseguro.

¿Por que pensás que la Cf es tan infravalorada en la opinión general?


Bueno, creo que el problema viene de más lejos y la ciencia ficción recibe todo el peso de un golpe que ha venido tomando impulso desde hace siglos.
El problema se relaciona con el valor que le concedemos a la imaginación desde los ámbitos de poder (de cualquier clase que sea).
Si una imaginación “desbordada” era peligrosa en el medioevo; si la razón basta y sobra en la modernidad (y allá va la loca de la casa a parar al rincón de los trastos viejos), si cuando se habla de proceso de conocimiento no se la tiene muy en cuenta que digamos y, sobre todo, si se la considera un “escape”, “distracción” o “salida” de la realidad; es obvio que será denostada.
Pero el problema es que la imaginación es lo que nos define. Mira, hay un epistemólogo muy famoso: Gastón Bachelard, se pasó la mitad de su vida descifrando cómo conoce el hombre desde el costado racional científico; cuando creyó que ya no tenía más que decir al respecto, se abocó a estudiar el otro componente del conocimiento: la imaginación y lo hizo a través de escritores, símbolos, etc. En ese momento dijeron: “Bueno, Bachelard abandonó la filosofía y la ciencia”. ¡No, para nada!
Si podemos adelantarnos a un acontecimiento, pintar toros en una cueva, elaborar un calendario, etc., es porque tenemos imaginación. La imaginación es, quizás, la riqueza más grande de la humanidad. Es la fuente de la energía humana a nivel del psiquismo y la condición de posibilidad de todo cambio; el famoso “qué tal si…”
La ciencia ficción une los dos polos (racional e imaginativo, un pecado para muchos dinosaurios) y descerraja las puertas del infinito. Corre los límites. Por supuesto, eso suena a “fantasioso” porque tenemos un problema con la definición de la realidad, como si ésta fuese algo en sí misma y no tan subjetiva como la propia humanidad.
De este modo, la ciencia ficción carga con el peso y la culpa de la imaginación y, por ende, es descalificada desde los atrios de los “prestigiosos” e, incluso, desde dentro, cuando se la empobrece o vanaliza.
Yo no tengo vergüenza de decir que escribo ciencia ficción; para mí no es ningún encasillamiento ni mucho menos, es liberación. Lo mío no es ni realismo mágico, ni literatura barroca, ni nada por el estilo. Sé que le cuadraría mejor el nombre (que me gusta más, incluso) “ficción especulativa”; pero “ciencia ficción” es ya el nombre popular, es su marca de identidad (aunque haya superado sus constricciones originales) y yo la defiendo a capa y espada, en los claustros, en la calle y en las clases de divulgación... Pero tampoco me quita el sueño que un Vargas Llosa la reivindique. Me basta con tener a Damon Knight entre los miembros de su mesa redonda.
Lo popular (no lo vacuo o chabacano, sino lo que el pueblo se apropia) no es malo, es auténtico. Y, entre la élite y el pueblo, siempre voy a estar del lado que transita por untuosas, imaginativas e incómodas calles de barro.

¿Imaginás que algún día conquistaremos el espacio como en Star Trek?


¡Eso sería bueno! ¡Cuando era chica era mi juego preferido: navegar por el espacio en un sillón de jardín puesto al revés!
Pero no como en La Próxima generación, donde el Enterprise es más bien un crucero de lujo con spa incluido. Me gusta la versión de Deep Space 9, con choque de culturas, cuestiones morales complejas, etc.
De todos modos no creo que sea igual a eso ni un poquito.

Yo tampoco. Creo que Gene Roddenberry lo basó todo en la fuerza naval americana (Idem Matsumoto, pero japonés, con Crucero Espacial Yamato), para mi el espacio es diferente. Si sobrevivimos como especie, tal vez lleguemos a las estrellas, pero dentro de mucho tiempo. ¿Si hubiese un holocausto climático o ecológico ¿Qué harías?


Bueno, con Guille tenemos nuestro kit de supervivencia urbano (antivampirro, antizombie, etc.): buscaría tierras altas (o me atrincheraría en al azotea del piso 21), llevaría un par de libros fuertes (un poco como el final de “La máquina del tiempo”, la película de Geoge Pal) y me aseguraría de ir con amigos a mi lado.
Sería terrible, sería como un exilio a ninguna parte.
Y resistiría hasta que fuese el momento de reconstruir, algo que seguramente le pertenecerá a otros.
Igualmente, en el momento inicial, sé que lloraré, putearé, rezaré y luego empezaré a desesperarme, hasta que agarremos la mochila y emprendamos el viaje.

¡Qué bueno! La mayoría de las personas, responden que morirán a esta pregunta y no les creo mucho, hasta los suicidas van a patalear si ocurriera un holocausto. ¿Cuál es tu película de CF favorita?


Blade Runner, el corte del director (el del unicornio y donde se infiere que Deckard es también un replicante). La adoro. Es un muy buen ejemplo de una obra de arte ―la de Ridley Scott― que crece a partir de otra ―el libro de Dick, ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?― y que se constituye en algo completamente independiente de aquella.
Lo fascinante es que, a partir de quitar la parte más esencial del libro (la religión mercerista) y de invertir algunos de sus postulados (superpoblación en lugar de despoblación, etc.); logra comunicar el mismo mensaje que Dick. Es una alquimia impresionante.

¿Crees que los autores de Cf son nerds o ratones de biblioteca despegados de la realidad?


No, no lo creo. Pero ser nerd tampoco es nada malo. En mi época se los llamaba “traga” y yo pertenecía orgullosamente a sus filas. Jugar ajedrez, coleccionar cómics, usar remeras del Dr. Doofenshmirtz, leer ciencia ficción y estudiar física pura, no te desconectan de la realidad, al contrario.
Los temas de la ciencia ficción son científicos y políticos, filosóficos y sociales, antropológicos y literarios. Pero, es cierto, un escritor de ciencia ficción nunca navega sobre la superficie de la realidad, ni siquiera bucea en ella; sino que la extrapola, la desfigura, la somete a mutaciones, y la lleva al límite (igual que un mito), no para ver lo aparente o lo oculto, sino para verla. Y es ese ver revelador el que habla de la realidad porque llega hasta su corazón y porque la supera. Y porque, en definitiva, hablando se eso, el escritor habla de sí mismo.

¡Ahh! Vos eras la versión femenina de Sheldon, de Big Bang Theory. ¿Cuál fue el último cuento de Cf que leíste?


“La casa del si” de Barry B. Longyear (el escritor de Enemigo mío). Admirable desde todo aspecto. Todavía me sigue resonando.

¿Y los cursos que das? Habla de eso ¿Cómo empezó todo en la Fundación Vocación Humana?


Bien, la experiencia en la Fundación fue muy buena, como “El sueño del pibe” (para los futboleros, la comparación le resultará más que suficiente). Durante casi dos años trabajamos de lleno en la ciencia ficción (la fantasía y el género fantástico) desde todos los frentes: divulgación, clases, investigación, reuniones, exposiciones, etc. Algo maravilloso. ¡Hasta teníamos el logo que nos hiciste vos, una belleza: el búho de la filosofía posado en el brazo de un robot! ¡Qué lujo!
Hicimos homenajes, dimos cursos, fuimos invitados por otras instituciones a dar charlas y mucha gente que no tenía ni idea de lo que era la CF se acercó. Ahora hay gente de otros medios, que nunca había imaginado que lo haría, leyendo Duna o La saga de los confines. Han surgido fans de Lovecraft o Le Guin, por ejemplo. Algo que nos gratifica inmensamente.
El Centro de Ciencia Ficción y Filosofía (CCFF) se formó para poder desarrollar esa veta y darle un marco y una sede, en definitiva, una posibilidad concreta. Hubo mucha gente que colaboró y a la que agradezco en grande. El Dr. Nante nos dio esa posibilidad quizás porque me conocía desde que era estudiante de filo y siempre estaba jorobando con la cf, hasta que a él también le llamó la atención, supongo (y porque es un buen amigo más que nada).
Pero este año las cosas quedaron en stand by por el viejo y vil metal, je, je. Una fundación no puede trabajar ad honorem y supongo que no llenábamos la cuota mínima de alumnos. Pero, ¿quién nos quita lo bailado?
Eso no significa que no sigamos investigando, eso sigue muy firme, pero en otro marco. Creo que esa faceta, en general, es mucho más activa en otros países que acá (hay universidades en EEUU e Inglaterra que tienen programas enteros de cf), pero es cuestión de seguir adelante. De todos modos en las cátedras, en los cursos, artículos, etc., uno sigue metiendo la cuchara de la cf. Y otras instituciones nos siguen invitando a dar charlas.
Por suerte se hicieron grupos fuertes a partir de esa experiencia. Ahora mismo el Taller de literatura de ciencia ficción, fantasía y terror con el que trabajamos (un delirio entre pares llamado “Los Clanes de la luna Dickeana”, parafraseando el libro, je) es hijo de esa época. Quizás sea esa la satisfacción más grande que he obtenido: una “banda de amigos” con un talento y una calidad personal increíbles (y dejame que los nombre porque les debo mucho a Maxi, Rox, Vero, Lex, Rolcon, Adry, Lau y Guille).

¿Pensás que alguien leerá este dialogo?


¿Además de vos, mi marido, mis padres y los amigos que yo jorobe para que lo hagan?
No lo sé.
Pero es lindo imaginar quiénes podrían ser, en qué circunstancias lo leerían y qué pensarían al respecto…
Por las dudas, si alguien quiere, que me escriba para saberlo.






Cuentos citados en la entrevista:
• Cuento: «Dextrógiro»: axxon.com.ar/rev/184/c-184cuento6.htm
• Cuento: «Fuerza laboral»: www.revistanm.com.ar/content/008.pdf

Otros cuentos:
• Cuento: «Cortina de humo» con Guillermo Echeverría: www.revistanm.com.ar/content/014.pdf
• Cuento: «Intercambio justo»: axxon.com.ar/rev/171/c-171cuento11.htm
• Cuento: «La canción de combate»: www.revistanm.com.ar/content/010.pdf
• Cuento: «Púlsar»: axxon.com.ar/rev/?p=1935

Artículos de CF:
• Artículo: «La Imagen como Cuerpo en un análisis estructuralista en torno a Samuel R. Delany»: www.salvador.edu.ar/vrid/publicaciones/revista/teresamira.htm

• Artículo: «La trama del vacío —O una única visión triple según Spinrad, Delany, Malzberg—: www.revistanm.com.ar/content/013/index.html

4 de mayo de 2011 - Dextrógiro 70977

martes, 24 de mayo de 2011

Fraga – Ilustrador y Humorista Gráfico






Invitado de Hoy: Fraga – Ilustrador y Humorista Gráfico
Hola ¿Quién eres? Preséntate con tus palabras, por favor.

Gracias por invitarme a la charla, MC. Quiero empezar compartiendo esta reflexión del escritor mexicano Carlos Monsiváis a propósito de los cómics y que refleja mi propio sentir al respecto: "A partir de mi primer contacto con el cómic, supe confusamente y sin enterarme de mi conocimiento, que allí se manifestaba una realidad compacta, segura, limpia; una especie de claustro materno".
Pues bien: Soy un humorista gráfico. En México nos autodenominamos "moneros",
Enlacees decir, que somos dibujantes de monitos o muñequitos. Recuerdo que mi papá cuando quería que fuéramos al cine, decía hay que ir al mono. Así que hago monos, los dibujo. Soy el papá de las tiras cómicas Don Ramirito, Los Cocolazos y de las Ondas Fraguianas. También dibujo cartón político diario y realizo ilustraciones para revistas de Sci-Fi como Axxón y las de Ediciones Ayarmanot.

Muy completa presentación. ¿Cómo empezaste a aficionarte a los Comics?
Desde chiquillo, antes de aprender a leer ya los saboreaba. En casa compraban el periódico los domingos y en aquel entonces (en la alborada de los setentas) era normal que se publicaran grandes sábanas repletas de tiras cómicas. Mis padres y mis tíos me compraban también revistas de cómics por montones, eran muy baratas: costaban un peso mexicano que en aquel entonces era el equivalente a diez centavos de dólar. Les llamábamos cuentos. Mi mamá o mis tías me los leían, yo tenía cuatro años de edad. Recuerdo en especial a Chiricuto, La Zorra y el cuervo, La pequeña Lulú, Lorenzo y Pepita, el Pato Donald, que papá llamaba Pato Pascual; Bugs Bunny, que era el conejo de la suerte, y un largo etcétera. Eran muy baratos y además se podían alquilar por unos centavos en las tiendas de abarrotes. ¡Se alquilaban!

¡Buenísimo!¿Y cuándo sentiste el impulso de empezar con el dibujo?
Desde chico, desde los tres-cuatro años. Me pasaba horas dibujando y coloreando. En las tardes, cuando ponía las caricaturas (dibujos animados) en la TV siempre tenía mi cuaderno para ir dibujando a los personajes como Supercán y el siniestro Simón dice. A los nueve años me hice de los cómics de Mortadelo y Filemón y para mí fue la catarsis. Dibujé y coloree muchas historietas que luego leían mi madre y mis hermanos. Mi familia siempre me aplaudió mi talento para escribir y dibujar.

Mortadelo y Filemón… Yo los conocí por un número de la historia de los Comics, son muy buenos. ¿Qué temas te gustan en los dibujos y los cómics?

Todo lo que sea humor: Mortadelo y Filemón, por ejemplo. En las tiras mis máximos son Calvin y Hobbes, Garfield y Lorenzo y Pepita. Y de historietas, crecí con las aventuras de Spiderman, Superman y de Batman, así que soy fan de los superhéroes. Sí, Las Ondas… y Don Ramirito son puro humor.

¿Cómo surgen las Ondas Fraguianas?

A principios del 2005 me encontré con el sitio de Axxón. Mandé unos dibujos a Eduardo Carletti y le gustaron. Me invitó a colaborar con una viñeta de humor semanal y nacieron las Ondas Fraguianas. Gracias a ellas he practicado bastante el dibujo de humor y he hecho unas muy buenas mancuernas con los colaboradores de Axxón, incluido Edu, quienes me regalan guiones bastante buenos que han hecho lucir mi trabajo.

¿Y los superhéroes? ¿Nunca dibujaste alguno? Ahora recuerdo que me impresionaste con tus conocimientos de comics, hace algún tiempo, no recuerdo en que lista o foro. Yo mencioné BATMAN Año Uno con referencia a la película Batman Begins y vos enseguida recordaste a David Mazzuchelli como dibujante y a Frank Miller de guionista. En ese momento me dije: ¡Ops, este sabe! ¿Tenés una buena colección de comics?
Tengo unos cuantos, principalmente de Sin City de Frank Miller; Lobo y FAKK2 de Simon Bisley; algunos recopilatorios de The Spirit de Eisner y los 12 tomos de Complete Crumb, entre otros. Muchos de Mortadelo y Filemón. No poseo una gran cantidad de cómics, pero sí he leído bastantes gracias a la web.

¿Cuál es tu aspiración? ¿Fama?

Sí, me gusta la fama pero para mis dibujos, es decir, quiero que mis creaciones sean famosas, que todo el mundo ría y disfrute mis monos, y que yo pueda pasar desapercibido; a menos, claro, de que en algún bar me reconozcan y no me dejen pagar la cuenta.

¿Dónde se publica Don Ramirito?
En los principales periódicos de mi Estado, Coahuila, donde soy más conocido (Periódicos Zócalo) y en una revista de Austin Texas, EU (Qué Pasó Paisano). Quiero promoverlo por todo mi país, en estoy en esas.

¿Qué es lo que te hace juzgar si un comic es bueno o malo?

El dibujo y el guión. Que el dibujo sea propositivo, fluído, natural. Y un guión que te ganche, como los cómics de Sin City.

¿Hay algún autor contemporáneo que sigas?

Gracias al Internet y la gran cantidad de blogs al respecto, puedo seguir a bastantes autores contemporáneos como Oscar Grillo, Robert Crumb, Frank Miller, Simon Bisley, Francisco Ibáñez, Diego Parés o Tomi Müller. De mi país a Bernardo Fernández BEF, Patricio Betteo, Frik, Clement... y eso que no estoy mencionando a cartonistas políticos que también hay bastantes.

¡Simon Bisley! ¡Cómo admiro a ese tipo! Hace poco me compré los dibujos de la Biblia que hizo y vi adelantos de Hellbalzer en Facebook. Es tremenda la evolución desde aquel lejano LOBO o el JUEZ DREDD, hasta este Constantine nuevo que está haciendo. Me gustan esos dibujantes que con el correr de los años se van haciendo cada vez más inalcanzables en calidad. Aunque muchos otros son reacios a los cambios. Hay dibujantes muy buenos, que no es necesario mencionar, que dibujan lo mismo hace veinte años, incluso más. ¿Te gusta experimentar nuevas técnicas de dibujo?

Sí, estoy buscando un estilo que me cuadre para dibujar novela gráfica, que tenga impacto y propuesta visual, pero que no me demande mucho tiempo, para poder hacer una producción amplia. Como soy más del estilo "cartoon" o humorístico, estoy sufriendo para lograr dibujos más realistas.

¿Cuál es tu autor favorito?

El argentino Oscar Grillo, definitivamente: él ha elevado el dibujo de cómics y la ilustración al terreno del Arte.

Es cierto, Grillo es un maestro. ¿Según tu parecer, Los autores de Comic colaboran entre sí o son individuos aislados?

Colaboran, siempre un trabajo influencia y sirve de referencia a otro. Es verdad, cada comic que he leído me aportó algo.

¿Qué opinás de la autoedición?

Es válida, no veo por qué no. El autor presenta su trabajo y el público lector tendrá finalmente la última palabra.

¿Te animás a opinar sobre algún editor?

Por lo pronto mi reconocimiento para Edu Carletti, director de la revista Axxón y para Laura Ponce, de ediciones Ayarmanot. Ellos han creado espacios y abierto las puertas a un gran abanico de consagrados y de promesas. Recientemente me invitó a colaborar Javi Arnau a Planetas Prohibidos.

¿Ves televisión?

Sí, pero no demasiada. Busco películas y sigo las series de Dr. House Y Big bang Theory. Y mi relax favorito son los dibujos animados clásicos como los de Merrie Melodies, Tom y Jerry o la Pantera Rosa.

Sí, yo miro a veces Tom y Jerry. Me gustan más los episodios donde son amigos. Pero en animación me gana el animé clásico.
A propósito de animé, acabo de ver completa la saga Death Note con mi hijo Paquito de 9 años, la vimos a escondidas de mi esposa para que no nos regañara. Aproveché para que intercambiar puntos de vista con mi hijo sobre cómo el poder excesivo trastorna, sobre los efectos sobrenaturales de la serie como el shinigami Ryuk, que a los dos nos fascinó.

¡Qué tema Death Note! Trata también sobre la impunidad y la moral cuando nadie sabe lo que hacemos ¿Te imaginas limpiar el mundo escribiendo el nombre de aquel que consideramos malvado? Hace poco vi una pelicula “The Box” donde a Cameron Díaz le dan una caja en la que apretando un botón mata a un desconocido pero gana un millón de dolares. Hay una version con actores de Death Note, también muy buena. ¿Qué opinas sobre los adelantos tecnológicos en la vida diaria?

Son herramientas que nos ayudan a trabajar mejor: la PC con el photoshop, la cámara fotográfica digital, el escáner. En los ochentas no existían, todo había qué hacerlo a mano, llevaba más tiempo.

Tiempo y más intermediarios. Cuando veo los trabajos de los dibujantes anteriores a la informática, descubro que ellos no coloreaban sus dibujos, ni los imprimían, ni podían distribuirlos, antes el monopolio lo tenían los editores. ¿Ves el futuro de los comics a través de la Web?
De hecho la web ahora es una excelente oportunidad para que amigos y fans vean los laburos al instante, e incluso retroaliementen con sus comentarios. De ahí se puede tener una buena base para ver si es factible ofrecerlos en papel o venderlos vía online.

Cierto. ¿Qué pensás de las nuevas formas de comunicación? ¿Y las redes sociales?
Son básicas para dar a conocer nuestro trabajo y para intercambiar impresiones, incluso para lograr buena amistad con los colegas de todo el mundo. Sin duda, uno está más conectado.

Ahora los chicos siguen aventuras a través de juegos de video o historias en cine condicionadas por el merchandising ¿Pensás que eso reemplazará a los comics?

No, no creo que puedan ser reemplazados, mientras existamos los amantes del cómic y no nos cansemos de promoverlos.

¿Por qué pensás que en la opinión general, el Comic es tan infravalorado?

Porque en un tiempo se relacionaron con gente que no leía libros y prefería los "monitos". Actualmente van a la alza y han creado un verdadero culto. Hoy en día "da status" ser lector de cómics.

¿Cuál es tu película de COMIC favorita?
Spiderman 2. Quedó redonda. Pero me encantaron Spiderman 1, los efectos de Spiderman 3, The Watchmen, Wolverine, Batman Dark Knight, Iron Man 1 y 2.

¡Sí! ¡El Hombre Araña Dos! Mi escena favorita es cuando la gente se interpone entre él y el Doctor Octopus, cuando recibe ese reconocimiento… fue muy emocionante.
¡Esa también es mi escena favorita!

¿Crees que los autores de Comic son nerds o ratones de biblioteca despegados de la realidad?

Los autores de cómic somos fan de los cómics, para ser bueno tienes qué leer muchos cómics o no podrás proponer algo de calidad. Y, al contrario, debemos estar muy atentos a la realidad para poder interpretarla o evadirla a nuestra manera. Hoy en día somos ratones del google.

¿Cuál fue el último Comic que leíste?
La Guarida del Horror, con textos de Alan Poe y Lovecraft adaptados y dibujados por el gran Richard Corben.

¡Otro gigante, Richard Corben! Un mago del color y del volumen. ¿Imaginás que algún día conquistaremos el espacio como en Star trek?

Ya no nos va a tocar verlo, MC, pero podemos dibujarlo. Entonces vamos a dibujarlo, je, je.

Si hubiese un holocausto climático o ecológico ¿Qué harías?

Leer un buen cómic y tomarme un café. Es una buena alternativa. Es que siento que aunque sí podemos poner cada quien nuestro grano de arena, es poco lo que podemos hacer al corto o mediano plazo. Y para cuando estamos mejorando una cosa ya despelotamos otra.

¿Pensás que alguien leerá este diálogo?

Voy a encargarme de que lo lean, ya verás. ¿Podemos cerrar con una carita emoticona? Va: : )

4 de Mayo de 2011 - Cúmulo Axxón 3822

martes, 17 de mayo de 2011

Erath Juárez Hernández - Escritor de Horror


Invitado de hoy: Erath Juárez Hernández – Escritor de Horror


Hola ¿Quién eres? Preséntate con tus palabras, por favor.

Hola MC, pues yo soy Erath Juárez Hernández, escritor de horror y padre de 6 hijos.

¡Seis chicos! ¿Y dónde vives, si puede saberse?

Así es, seis, por ahí me han dicho que por eso escribo historias de horror, je, je,je. Vivo en el Caribe Mexicano desde hace 20 años, específicamente en la isla de Cozumel.

¿Cómo empezaste a aficionarte al horror?

Stephen King tuvo la culpa, por las películas de sus novelas más que nada. El resplandor, Salem´s Lot, que la vi debajo de las butacas a los 8 años y más tarde Clive Barker y su grotesco universo de Hellraiser.

Hay una época de King para todos, he. ¿Y cuando sentiste el impulso de escribir?

En mi adolescencia escribía las letras de mi banda de Black Metal “Satanic Preachers”, cosas bastante pesadas como: sacrificios, brujería, el apocalipsis y esas cosas. Pero no fue hasta hace poco que me propuse a aprender (y sigo aprendiendo) y desde el 2005 que escribo relatos de terror.

¡Black Metal! Hace un año hice una novela gráfica sobre los noruegos (Mayhem y Burzum) Esos tipos dan escalofríos ¿Qué temas te gusta abordar en tus cuentos?

Pues de todo un poco, pero me gusta más el horror psicológico. Aunque claro, he escrito de vampiros, zombis, fantasmas, tratando de darle otro toque y poniéndole algo de mi estilo.

¿Cuál es tu aspiración? ¿Fama?

Me gustaría ser famoso, claro. Pero para empezar me gustaría escribir una novela que sea publicada por una editorial importante. Y algún día vivir de lo que más me gusta hacer, escribir.

¿Qué es lo que te hace juzgar si un relato es bueno o malo?

Eso depende del gusto de cada quién. Para mí un relato bueno de terror es aquél que al terminarlo te deje pensando o con el estómago revuelto por lo menos.

¿Cuál de tus cuentos te es más querido? ¿Por qué?

Se llama “El mudito”, el personaje está inspirado en mi hijo Enrique que padece de autism
o. Y también un poco por la novela “Eso” de Stephen King

¿Dónde se puede leer ese cuento? ¿Cuántos más has escrito?

Bueno, puede leerse una versión en mi blog La verdad no llevo la cuenta, pero son muchos, creo que ya me estoy acercando a los cien.

¿Crees que hay lectores para lo que escribís?

En México no lo creo, hay cosas que nos aterrorizan más en la vida real. Pero en España por ejemplo hay un gran auge del género y de escritores, y un poco más atrás está Argentina.

¿Son tan así las cosas en México? Una amiga que tal vez conozcas, Sue Giacoman Vargas, me contó que la vida estaba difícil para los trabajadores. Claro que debe haber dos mundos, como en Argentina y Brasil: Los ricos riquísimos y los pobres pobrísimos ¿Es algo así?

La violencia en el país da escalofríos, tú abres un periódico y ves gente decapitada o atada con un balazo en la cabeza. Y lo que dice Sue es muy cierto, hay gente que sobrevive con muy poco dinero, es por lo mismo que la gente mejor se dedica al narco que es a lo que el mismo gobierno los ha orillado. Algo muy triste, para un país que debería ser una potencia mundial.

¿Tienes un e-zine favorito?

Un sitio que me adoro, casi como si fuera de culto, es Axxón, de Argentina. Pero H-Horror.com de España, que está más dedicada al género es mi preferida.

Sí, ambos sitios son muy buenos. ¿Hay algún autor contemporáneo que sigas?

Siempre lo he dicho, Santiago Exímeno. Es el Xavi, del horror. En Argentina me ha impresionado bastante Claudia Cortalezzi.

¿Así? ¿Recomendarás algún cuento de ellos?

Exímeno acaba de lanzar una novela en formato ebook de manera gratuita que se llama “Los condenados”, sus cuentos te los encuentras en la red en casi todas las revistas del género, el último que recuerdo se llama “Esmegma”, salió en la revista Pulp “Los zombies no saben leer” y el de Claudia que más recuerdo se llama “Aquellos ojos” que salió en NM #9.

¿Cuál es tu autor favorito?

Stephen King, sin duda alguna. Pero el estilo crudo y sádico de Clive Barker también me gusta bastante.

¿Según tu parecer, Los autores de horror colaboran entre sí o son individuos aislados?

Pues en España y Argentina, tienen sus asociaciones y veo que se apoyan mucho entre ellos. Acá en México, pues no me he topado con nadie, ni siquiera por la red.

Humm, espero que eso cambié. ¿Qué opinas de los ilustradores?

Que son muy importantes, un buen cuento de terror con una buena ilustración, resaltan más que sólo el cuento. He tenido la suerte de que muchos de mis cuentos hayan sido ilustrados por los mejores ¿Te suena un tal MC Carper?

Bueno, mil gracias, a mi me gustó ilustrar aquel cuento del beso, je ,je. ¿Qué opinás de la autoedición?

Otro que me gustó mucho es el demonio que hiciste de PS3 en Axxón. En cuanto a la autoedición en un principio nunca pensé hacerlo, pero ahora que está el auge de los dispositivos electrónicos y que cada vez más, los libros se vuelven en artículos de lujo. Decidí hacerlo, fue en Amazon.com y en formato ebook para kindle, pero se puede leer en otros dispositivos como el móvil por ejemplo.

¡Qué bueno! Dime el titulo, por favor. ¿Te animás a opinar sobre algún editor que te haya publicado? ¿O no te haya publicado?

Se llama “Disfruta el silencio”, es una antología de 19 relatos. Los editores que me han publicado es porque le han visto la suficiente calidad como para hacerlo. Donde tengo una espina clavada es en la publicación Calabazas en el Trastero, nunca he podido colar un cuento, pero lo seguiré intentando.

¿Ves televisión?

Antes más que ahora y lo que no puedo ver, si puedo lo bajo del internet y lo veo con más calma. Series, más que nada.

¿Y qué series ves?

Ahora mismo sigo la nueva versión de V, The vampire Diaries, True Blood, Supernatural, The Walking Dead, y por supuesto todas las temporadas de Lost.

¿Qué pensás de las nuevas formas de comunicación? ¿Y las redes sociales?

Las redes sociales si no las manejas con cuidado pueden volverse en una gran distracción. Casi no hay tiempo para escribir y si te pasas metido en eso menos. Es algo que debo empezar a dejar.

Si hubiese un holocausto climático o ecológico ¿Qué harías?

¿Te refieres a un apocalipsis zombie? ya empecé a juntar armas por si acaso.

¿Cuál es tu película de horror favorita?

Salem´s Lot y Hellraiser. De las actuales, REC, Let the right one in (no la versión gringa) y Ringu.

¿Cuál fue el último cuento de horror que leíste?

Dulce muerte de Gervasio López, en la web de h-horror.com, el cuál recomiendo mucho leer. Su prosa es de todo un crack.

¿Pensás que alguien leerá este diálogo?

Tengo seis hijos, por lo menos cuatro de ellos lo leerán, aunque sea a fuerza. Gracias por la entrevista.

3 de mayo de 2011 - Planeta Terror

viernes, 13 de mayo de 2011

Fernando Sosa - Dibujante de Historietas - Editor de Barricada






Invitado de Hoy: Fernando Sosa - Dibujante de Historietas

Hola ¿Quién eres? Preséntate con tus palabras, por favor.

Hola mi nombre es Fernando Sosa, quizás me recuerden de películas como…

Nah, en serio ¿Quién sos? Digo ¿De donde venís y hacia donde vas?

Bueno, ejem… soy Fernando Sosa, dibujante, historietista, animador y diseñador grafico de la provincia de Córdoba. Padre de una nena de 6 años, soltero (no lograron casarme), melómano, pero con una especial predilección por la música pesada.
¿Y hacia donde voy? Por el camino que es el que me hace feliz y por el cual me prepare y soñé toda mi vida y luché, que es el de expresarme artísticamente y tener un espacio y lugar dentro de este difícil mundo de la historieta/animación, etc. Aunque lo de artista me suena un poco a mucho en mi caso, hay que ser groso para creérsela y ser considerado como tal 

¿Cómo empezaste a aficionarte a los COMICs?

De chico, lo primero que tuve en esa materia fue a los 6 años cuando ya empezaba a leer y fue un Don Miki me acuerdo patente.
¿Y cuando sentiste el impulso de empezar con el dibujo?

Creo que desde que tengo uso de razonase hizo mas fuerte a partir de los 7 años por mi ida a Bs As donde mi vida paso a ser un poco mas sedentaria de lo que era en Córdoba, pero me gusto dibujar de toda la vida.

¿Qué temas te gustan en los dibujos y los comics?

Me gusta todo, menos la novela rosa tipo las de Intervalo, pero en si me gusta la Ci-Fi, ciberpunk, superhéroes, fantasía, histórico, comics de autor, cartoon, historieta europea y por sobre todo la de USA y argentina, con principal predilección por los clásicos

¿Cuál es tu aspiración? ¿Fama?

Seguir viviendo de lo que me gusta, tener un nombre en el medio reconocimiento, mejor paga 
Y seguir creciendo profesionalmente y ser cada día un mejor dibujante o artista completo.

¿Qué es lo que te hace juzgar si un comic es bueno o malo?

El guión, si es chato, falto de creatividad o predecible. Lo mismo me sucede con el dibujo, me tiene que entrar por los ojos y ser atractivo.

Estás hablando de Arte Secuencial, contar con las imágenes y el texto sin que nada sobre. Con todo lo que trae añadido eso ¿Elaborás mucho las páginas de comic?

El proceso que hago es mas o menos el tradicional: un boceto previo, la aprobación(o no) del guionista o cliente y luego si plantar el dibujo y usar referencia cuando lo requiere, darle un acabado a esa idea previa, etc.
Trato por lo general de que el dibujo sea suelto y que eso se vea, por eso soy medio enemigo de que me condicionen o hacer algo muy detallista rayano a la fotografía. Me gusta el dibujo con personalidad y respeto a quienes optan por ese camino. Aunque admito, soy muy critico con mi trabajo, pero no me enrollo días y días en una pagina, eso no es para mi definitivamente.


¿Qué es el Comic para vos?

Un modo de expresión, un primo hermano de la literatura y el cine, con los mismo recursos narrativos pero mas barato para realizar.

Sasturain una vez dijo que la historieta es a la historia como la camisa a la camiseta, significando que era un medio con herramientas comunes a la literatura y la pintura sin ser ninguno de ellos. Me atrevería a decir que también toma elementos del cine como el manejo del tiempo y los sonidos representados con las onomatopeyas, sin olvidar las escenas de impacto en una sola imagen. Creo que gente como Oesterheld, Pratt, Miller o Moore agregaron una dimensión extra a esto de contar en comic ¿Experimentás formas de narración?

Si, es así, muy acertada la definición de Saturain y tu análisis que comparto.
En lo que respecta a tu pregunta de cómo influye otras disciplinas como el cine, en mi caso es mas que todo en jugar con los planos, ángulos y ritmo. Juego, mucho con eso y creo que es algo residual de mi paso por el cine y la animación.
Me gusta que los dibujos expresen y transmitan cierta emoción, a sabiendas de la limitación que tiene una novela grafica si uno entra a competir con la fotografía o el cine.
En la historieta uno entra en complicidad con el lector quien termina de completar la idea o le da otro significado a lo que quisiste hacer.
Me gusta que lo que uno hace movilice o transmita algo, que ese mundo sea creíble y que a la vez eso dispare las ganas del lector por ver y engancharse con la historia. Pero primero creo que el que debe satisfacerse es uno mismo ante lo que hace, no mentirse porque eso se nota en definitiva.

¿Crees que hay público para lo que haces?

Si evidentemente, sino no surgirían pedidos ni habría interesados en ver lo que hacen mis colegas y yo, mas no sea por curiosidad, pero si vos tocas esa cuerda de lo que un lector quiere tenemos un publico asegurado. Uno debe estar siempre conectado y respetar lo que el lector quiere.

¡Momento! ¿Pedidos? Te referís al Fanzine Barricada ¿Verdad? Contame como surgió la idea de crearlo y quienes intervienen en la revista

La historia es muy loca, porque nunca estuvo en mi el volver a involucrarme en editar, había tenido una experiencia previa, hace muchos años atrás, acá en Córdoba, en donde nos habíamos juntado un puñado de chiflados/delirantes/soñadores para hacer el Mostro comic.
Quien se autoedite sabe todo los pormenores y frustraciones que conlleva esa aventura, porque no es ni más ni menos que eso.
Barricada entonces no surgió como una inquietud mía, sino como una necesidad puntual ante un hecho que fue el ver a muchos dibujantes y guionistas que estaban sin un objetivo (en banda) y se enredaban en discusiones superfluas y desgastantes que no llevaban a nada productivo.
Ante la falta en ese momento de oportunidades y también en la orfandad editorial y de mentores que le pongan el pecho y ganas a esto que demandaba y era una queja permanente dentro de este ámbito y foros, propuse el que nos convirtiéramos en hacedores de historietas.
En ese momento (2007) estábamos un grupo de fans de Ariel Olivetti en un grupo muy heterogéneo, con muchas dudas y ganas de aprender de nuestro “maestro gurú” que nos convocaba allí, el mismo Ariel.
Y la cosa fue simple, preferí que creáramos antes que destruyéramos, y fue lo que propuse, la unión en pos de un objetivo en común.
Y lo que en principio fue una propuesta dentro de ese grupo que se iba hundiendo día a día, surgió otro grupo que fue después Barricada, pero nunca estuvo la idea de que fuera algo extra o ajeno a ese foro.
Cuando esa idea prendió y maduró, nos sugirieron que hiciéramos un grupo aparte.
Fue un paño frio en un momento de mucha ebullición y frustración en ese lugar, que logró palearlo pero solo por un momento.
Después se fue gestando la idea de auto publicarnos, hubo peleas (no podían faltar los diferentes puntos de vista) encuentros, desencuentros, descubrimientos y eso si, una enorme buena predisposición y colaboración de diferentes artistas de todo Latinoamérica. Hoy se suman compañeros del otro lados del charco, como son nuestros amigos españoles y así toda esta historia va creciendo no se hasta cuando, pero se que el camino fue largo, hubo luchas, mucho remar y hoy hay pequeños logros, qué surgieron de esa propuesta primera.
Y de lo que podemos jactarnos es que lo poco o mucho que logramos fue a pulmón, solos, sin la ayuda ni divulgación de medios especializados ni nada que se le parezca, solo las ganas por hacer y el boca en boca por parte de nuestros colegas y amigos.

¿Tienes un e-zine favorito?

Me gusta la revista Dibujantes, La Duendes y lo que estamos haciendo con Barricada, que aun estamos en vistas de seguir creciendo dentro de este formato.

¿Cómo empezaste con Tony Destructo en The Web Comic Factory?

Por un aviso que vi en el sitio Digital webbing hace 1 año y pico atrás.
Me enganchó el hecho de hacer una tira de humor y saber que tanto Christian Beranek como Tony Di Gerolamo eran autores con experiencia en el medio. Uno trabaja y es socio de Disney y el otro tiene experiencia como guionista de comics como la revista de Bart Simpson. Ese fue el gancho principalmente, y a mi me gusta el cartoon y me había quedado medio cortado y con ganas de seguir haciendo ese tipo de tiras, porque se habían pinchado algunos proyectos en esa onda y bueno, aposte también a este personaje y le puse un poco de lo mío.

¿Hay algún autor contemporáneo que sigas?

No soy de comprar mucho material nuevo últimamente, estoy con los clásicos, pero de la ultima camada de dibujantes me gusta lo que hacen Lenil Yu, Ed Mc Guiness, Joe Madureira, Sean Gordon Murphy, Dan Panosian, J.P Leon, Scott Campbell, Terry Dodson, Canepa, me gustaba lo que hacían Weringo y Meglia. Ariel Olivetti es otro referente y siempre me gusta ver sus trabajos.

Son buenos en verdad, lamenté mucho la muerte de Meglia. ¿Cuál es tu autor favorito?

No es uno, pero voy un par de tándem: Tamburini/Liberatore y Goscinny/Uderzo.

¡Já! ¡Ranxerox estaba loco, he! Y Asterix es una obra de arte de guión y dibujo, siempre surgen las comparaciones con el Patoruzú de Qunterno, digo, los panzazos de Obelix con los de Upa. Hablando de Patoruzú ¿Estás haciendo las versiones en color de esa famosa historieta?

Si surgió esa posibilidad también este año, algo impensado y loco, porque así suceden muchas cosas en mi vida.
No es casual, soy fan del personaje y a la vez conozco de años, a uno de los encargados de darle color a esta reedición del indio. Por intermedio de este colega capitalino es que empecé a trabajar y colaborar con él en esta colección.
Pero lo reitero, es mi sueño del pibe hecho un poco realidad. Creo que las fuerzas del universo jugaron a mi favor y me tiraron un pase gol esta vez.

¿Según tu parecer, Los autores de Comic colaboran entre sí o son individuos aislados?

Creo que hay una comunicación permanente de no darse esto hay riesgos de errar mucho y ponerse en desacuerdo. Para mi es fundamental el saber lo que desea el guionista pero que me deje espacio para la creatividad.

En general, los guionista “buenos” saben esto. Trabajo con frecuencia con Machison, un español que me pasa los guiones y aunque a veces realizo algún cambio, ínfimo, nunca objetó nada. Es más. A veces se alegró de que me viese comprometido con la historia. También hice los Shocks con Pedro Belushi, a quién conocés y es muy bueno. A propósito ¿Qué opinas de los guionistas y escritores?

Que muchos tienen muchas ideas copadas y por ahí hay una falta de oficio que los hace errar en la manera de encarar un guión. Hay voluntad y talentos, falta constancia y espacios para crecer profesionalmente.

Falta tiempo y dinero, si vamos a ser más fastidiosos, je, je. En lo que decís, comparto esa falta de oficio… hay gente con grandes ideas, pero cuando se sienta a laburar y descubre que no es cosa de un par de horas sino de cientos de horas que algo salga bien, mucho no se concreta. Conozco personas que fueron estimuladas en su infancia para seguir sus aficiones. Yo no tuve esa suerte, como tantos. Laburé en lugares no recordables, con gente más olvidable todavía. Soportando las risitas de verme con un comic encima o hablando de El Eternauta. Ahora todos se inclinan cuando alguien dice Solano López, pero me huele a moda, como esos que fueron a ver a Paul McCartney y conocen dos canciones de los Beatles más o menos. ¿Crees que hay un estilo de comic argentino?

La mayoría de los dibujantes “proletarios” venimos de muchas idas y vueltas, de remarla contra viento y marea, y bueno, los que quedan son los que la siguieron luchando y creyendo en si mismo. Hay muchos buenos artistas que quedaron en el camino y no dejo de lamentar eso cuando miro hacia atrás.
Contestando tu otra pregunta: indudablemente si, hay un estilo muy argentino y que de algún modo nos representa en el mundo. El dibujante argentino tiene personalidad y carácter además de una rica historia. Esto no lo vengo a descubrir yo precisamente, es nuestro legado y nuestra responsabilidad de algún modo de ser los sucesores y encargados de seguir manteniendo la llama viva de la historieta argentina.
Pasa que no miramos hacia adentro, siempre estamos mirando hacia fuera y no valoramos lo que tenemos acá.
No nos damos valor ni destacamos nuestro potencial y talentos y nos guiamos por las modas y al que surge o es reconocido y respetado en el mundo, por el mero hecho de ser argentino lo buscamos destruir en vez de enorgullecernos. Es el deporte nacional, lo malo que tenemos. Veneramos lo de afuera y al que esta al lado nuestro le pegamos porque esta cerca o porque nos jode que a otro le vaya bien, sin ver que detrás de cada éxito muchas veces hay dedicación, mucho tiempo de formación (en algunos casos) postergaciones personales y un largo etc. Se ve la punta del Iceberg y no el todo y se piensa que por ser de acá estamos “discapacitados” para ser parte del mainstream o de la 1ra A del comic mundial.
Fuimos vanguardistas, tuvimos publicaciones que hicieron historia y grande maestros que excedieron nuestras fronteras.
De la historieta argentina siempre lo digo, que hay un camino hecho, solo debemos volver a el y tomar la posta de los grandes maestros argentinos.
Alguien dijo muy acertadamente una vez que argentina no solo es reconocido por el tango, el dulce de leche, etc., sino que además es exportador de buenos jugadores de futbol y de dibujantes de historietas.
Si hoy contáramos con las editoriales que nos precedieron y conserváramos los lectores que antes tenia nuestro país, seguramente estaríamos hablando de otro presente para nosotros.
Lamentablemente fuimos victimas de un saqueo paulatino por parte de un sector de nuestra sociedad que se beneficio a costa de la pobreza y la falta de oportunidades y que regaló y fue artífice de una colonización, pero con una gran aceptación de toda la sociedad argentina, que después terminamos por lamentar. Fuimos actores y espectadores a la vez de un robo económico y cultural y que aun estamos pagando los platos rotos.

¿Es importante la divulgación de las novedades COMIC?

Si, creo inclusive que los medios electrónicos como Internet esta ayudando mucho a que esto suceda.

¿Qué opinás de la autoedición?

Es un camino, lo más viable cuando no hay editoriales que estén dispuestas a arriesgar en nuevos materiales o ideas.

¿Te animás a opinar sobre algún editor?

No voy a particularizar, pero me parece que el editor argentino va a lo fácil, lo que funciono, y da muy pocas chances a lo nuevo, a lo que viene detrás y necesita crecer y desarrollarse. Se vale más del amiguismo que por el talento mismo. Hay muchos buenos autores que por no estar en las principales capitales quedan relegados o condenados a perecer, pero bueno, es sabido que si uno quiere vivir de esto hay que tener mucha constancia y arriesgarse, aunque ello conlleve a sacrificios personales. Hoy la tecnología hace posible que vos y yo estemos comunicados y haciendo este reportaje por ejemplo, o trabajando para Holanda o USA sin movernos de casa. Ahí Internet vino a solucionarnos un poco la vida y a darnos nuevas oportunidades que antes hubiesen sido imposibles de hacer.

¿Ves televisión?

Más o menos, me engancho con algunas películas, y documentales. Veía mucho History channel, algún canal de películas, por ahí me pongo a ver los programas que ve mi hija y vuelvo a ser un niños  La tv local me parece un bodrio pero hay canales como Encuentro que tiene una programación muy buena.

¿Qué opinas sobre los adelantos tecnológicos en la vida diaria?

Que nos son muy útiles en mi caso una herramienta que me ha permitido conocer y hacer conocer mi trabajo, una fuente constante de información y oportunidades.

¿Qué pensás de las nuevas formas de comunicación? ¿Y las redes sociales?

Idem a lo anterior, hoy por hoy me es imprescindible estar comunicado con el mundo.

Ahora los chicos siguen aventuras a través de juegos de video o historias en cine condicionadas por el merchandising ¿Pensás que eso reemplazará a los comics?

No, creo que ambas se retroalimentan pero que la historieta cada vez esta mas influenciada y compitiendo, pero es una lucha desigual. La historieta no tiene nada que demostrar, tiene una historia detrás de más de 100 años y los videojuegos son más recientes.

¿Por que pensás que en la opinión general, la Comic es tan infravalorada?

Porque el comic es entretenimiento ni mas ni menos que eso. Hay obras que se destacan unas más que otras, pero la historieta no debe ser pretenciosa, ocupa el lugar que tiene que ocupar. Quizás debería tener un plus porque es a nivel lectura un camino iniciático a los libros.

¿Imaginás que algún día conquistaremos el espacio como en Star trek?

Si, pero nos va a llevar mucho tiempo, y si se sigue en este camino autodestructivo inevitablemente saldremos de nuestro planeta hecho pelota en busca de otra nueva “victima”.

Si hubiese un holocausto climático o ecológico ¿Qué harías?

Ser más activo en cuanto a luchar por que haya una toma de conciencia, de hecho creo que el ejemplo empieza por casa y uno debe educarse y educar a quienes tiene más cerca y a las nuevas generaciones. Estamos de prestado y por un breve transito en esta tierra y es nuestro deber devolver esta tierra como era, para que las futuras generaciones tengan un lugar mejor que el que hoy en día tenemos. Vivir en armonía con la naturaleza y respetar la vida es el reto de la humanidad.

¿Cuál es tu película de COMIC favorita?

V de vendetta y de Dark Knigth.

¿Crees que los autores de Comic son nerds o ratones de biblioteca despegados de la realidad?

Algunos si, demasiados, les falta conocer el mundo y salir y golpearse con el mundo real y no tomar esto demasiado en serio.

Bueno, un día estaba con un dibujante amigo y le digo si iba a estar en una Feria de Comics, no me acuerdo cual. Entonces me dice. ¡No! No me pidás que vaya con esos locos que se preguntan quien es más fuerte, si LOBO o Superman, o si Flash es más rápido que un teletransporte de Star Trek. Me hizo reír, pero algo de razón tiene ¿No?

Hay un intento que yo lo veo medio snob por querer jerarquizar y buscar una aceptación por parte de otros medios llamados “mas serios” o la critica misma hacia la historieta. La historieta no necesita de eso, no necesita de galardones, solemnidad, o del ostracismo y elitismo pseudo intelectual.
Es un medio de expresión que nació desde lo mas popular como lo fueron las tiras diarias en los periódicos yanquis o de las revistas que se hacían acá en Argentina, como lo fuera El Mosquito.
La historieta es la hermana bastarda de la literatura, la pintura y el cine, y solo necesita de lectores que tengan ganas de leer y disfrutar de un relato grafico sin más pretensiones que esa.
Es desechable y es entretenimiento a la vez, pero creo que cuando se busca la suntuosidad de la historieta se entra en un terreno estéril.
No hay nada de malo que la historieta sea pasatista, o un entretenimiento, o que haya adultos leyéndola.
La historieta ya tiene su lugar, es un camino iniciático hacia la lectura también y es un modo de expresión popular.

¿Cuál fue el último Comic que leíste?

La reedición de Asterix, Patoruzú, Winter World y Peter Pan de Loisel.

También probaste con la animación ¿Verdad?
¿Trabajaste en algún dibujo animado?

Si, trabajo como free lance cuando lo amerita, lo hice como gusto personal también, como otra disciplina que quise y tuve de ganas de realizar y explorar en su momento.
Me sirvió de mucho, me sumo a la hora de soltarme más con el dibujo, de buscar un estilo, etc.
Trabajé en un breve periodo en la productora Garabato animaciones que se encuentra en Córdoba, allá por el año 2001 en el dibujo animado Orson, que era la “mascota/separador” del canal Volver de Bs As.
Lo hacia mientras estudiaba cine, que no completé, pero que siempre quedó ese gancho permanente con ese arte hasta el día de hoy.
Yo me defino como un animador que hace historieta, tengo mucho de ambos mundos, lo reconozco.
Mi paso por la animación fue mi escuela de algún modo y también la puerta para mucho de lo que vendría después.

¿Pensás que alguien leerá este diálogo?

Si claro y sino, ellos se lo pierden 

30 de Abril de 2011 - Planeta Tierra