jueves, 28 de julio de 2011

José Vicente Ortuño- Escritor – Coordinador de Taller Siete


Invitado de Hoy: José Vicente Ortuño- Escritor – Coordinador de Taller Siete

Hola ¿Quién eres? Preséntate con tus palabras, por favor.

Mi nombre es José Vicente Ortuño, nací en 1958 en Manises (Valencia). Soy lector y escritor de literatura de género fantástico, en especial de ciencia ficción y terror.

Muy bien. ¿Cómo empezaste a aficionarte en la CF?

Tuve la suerte de aprender a leer con los tebeos de Mortadelo y Filemón, el Capitán Trueno, Supermán, Flash Gordon, el Hombre Enmascarado, etc. Más tarde comencé a leer aquellas novelitas de bolsillo, que llamaban “novelas de a duro” (un duro eran cinco pesetas), que leían mis padres. Mi madre leía novelas rosas de Corín Tellado y mi padre de hazañas bélicas, del oeste y de ciencia ficción, pero sólo estas últimas me dejaron huella.

¡Ahh! ¡Eso es “novelas de a duro”! Yo lo confundía con la Hard sciense fiction o sea la CF rigurosa del estilo Arthur C. Clarke. Je, cosas de estar con un océano de por medio. ¿Y cuando sentiste el impulso de escribir?

Al principio quise dibujar historietas de superhéroes, pero lo dejé por imposible al descubrir que no tenía dotes para el dibujo. De todas formas, como siempre me ha costado mucho dormirme, inventaba historias hasta que me entraba el sueño, porque eso de contar ovejas me aburría mucho. Pero no empecé a ponerlas por escrito hasta que, ya de adolescente, aprendí a escribir a máquina.
De los quince años a los veinte años compaginaba el trabajo, los estudios y el teatro. No tenía contacto con escritores, ni tenía ni idea de que podía publicar, así que los relatos iban a parar a una carpeta sin que nadie las leyese. Luego hice el servicio militar, después me casé, tuve un hijo y, aunque de vez en cuando escribía alguna historia, la carpeta siguió guardada.
En 2002 comencé a escribir relatos junto con varios amigos que había conocido por internet. Entonces fue cuando me di cuenta de que no se me daba mal del todo y de que lo disfrutaba. Pero no fue hasta el año 2004 en que contacté, casi por casualidad, con Sergio Gaut vel Hartman, editor de Axxón por aquellas fechas. Le envié algunas historias, me las corrigió, me dio muy buenos consejos y me animó a seguir escribiendo. Poco después apareció publicado en Axxón mi cuento “Frankenstein 2004”. Desde entonces no he parado de escribir y de publicar en e-zines y antologías.

¡Qué buena cosa internet para contactarse! ¿Cómo fue eso que diste con Sergio Gaut vel Hartman por casualidad?

En la vida todo son casualidades. Por casualidad conocí a los miembros de la Tertulia Valenciana —un grupo de aficionados a la CF—. Juntos fuimos Junta Directiva de la AEFCFT (Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror) durante los años 2004 y 2005. A mi me correspondió ser Vocal de Publicaciones, lo que implicaba —además de tener mi casa atestada de libros de la asociación—, maquetar libros, contactar con autores, editoriales, etc. Así fue como un día recibí un correo de Sergio preguntándome si conocía autores jóvenes —de 16 a 25 años, creo recordar— para la revista Axxón, que él coeditaba por aquel entonces. A mi vez yo le pregunté si los tipos de más de cuarenta podían tener también una oportunidad. Me pidió una muestra de lo que escribía y allí comenzó todo.

¿Qué temas te gusta abordar en tus cuentos?

Me atrevo con todo lo que sea fantástico. Bueno, fantasía épica todavía no he escrito, pero todo se andará.
Aunque en muchos de mis cuentos está presente el humor y la sátira, el miedo y la muerte son temas que me fascinan. Por otra parte, como me gusta explorar las sensaciones y sentimientos humanos llevados al extremo, mis personajes lo pasan bastante mal. Son supervivientes de mundos devastados o asolados por catástrofes. Víctimas de asesinos despiadados o asesinos que encuentran la horma de su zapato.

Cierto, los temas que eliges son siempre curiosos e interesantes. Recuerdo que el primer cuento tuyo que leí fue “El Jaleo”, en Taller Siete. Muy entretenido ¿Recuerdas ese cuento?

Claro, el Jaleo está escrito a cuatro manos con Hernán Domínguez Nimo y fue publicado en la antología Cefeidas de la Editorial Mandrágora. Mi primer y único relato escrito a cuatro manos, y mi primer relato publicado en papel en España —en Argentina ya me habían publicado varios—. Escribirlo fue un trabajo muy divertido. Especialmente porque tuvimos que hacer malabarismos para utilizar un vocabulario que se comprendiese a ambos lados del Atlántico. Recuerdo que había un personaje que limpiaba el suelo y no pudimos encontrar una palabra común para la “fregona” o “mocho”, como llamamos en España al artilugio consistente en un palo con una bayeta en un extremo, que sirve para fregar el suelo. Al final tuvimos que eliminar la fregona, je, je, je.

¿Cuál es tu aspiración? ¿Fama?

Ser famoso debe de ser increíble, pero soy consciente de mis límites y me conformo con que la gente lea mis historias y se lo pase bien... o mal. Es decir, que les haga sentir algo: risa, emoción, miedo o asco, porque una historia que no hace sentir nada al lector no sirve para nada.

Yo también pienso así. Una vez un amigo me comentó un cuento diciéndome que le parecía un golpe bajo el remate que tenía. Un poco con la intención de que lo cambiase. Pero el efecto para mi fue de regocijo, porque dar ese golpe bajo era mi intención. ¿Qué es lo que te hace juzgar si un relato es bueno o malo?

Aparte de que un relato siempre debe de estar impecable, sin faltas de ortografía ni “horrores” gramaticales, es bueno, como decía antes, si transmite sensaciones y sentimientos. Contar una historia no es escribir la lista de la compra. Tiene que hacer que vivamos dentro de los personajes y nos movamos en el mundo donde ellos habitan. Desde mi punto de vista no hacen falta largas y farragosas descripciones, que fuerzan al lector a imaginar las cosas. Es mejor dar las pinceladas justas para que la mente del lector reaccione y rellene los huecos con su propia imaginación.

Bueno esto me recuerda que en la época en que yo participaba en Taller Siete, eras uno de los coordinadores ¿Qué recuerdos tenés de aquella experiencia?

Tengo muy buenos recuerdos del Taller Siete y estoy muy satisfecho con la labor que hicimos entre todos. Porque, como sabes, era una labor de equipo con la que todos aprendíamos continuamente. De allí salieron estupendos escritores. Algunos todavía colaboramos en un grupo que bautizamos como Heliconia Literaria, que se dedica entre otras cosas a publicar relatos cortos en los blogs Químicamente Impuro, Breves No Tan Breves, Ráfagas y parpadeos, y Poemia.
También hubo muchos momentos desagradables con gente que pensaba que estaban allí para lucirse en lugar de para perfeccionarse y que creían que escribían bien, aunque ni siquiera se habían molestado en leerse las normas más básicas de ortografía y gramática.

¿Estás de acuerdo con los filtros de edición? ¿Quién debería realizarlos?

Ni estoy de acuerdo ni en desacuerdo. En la actualidad muchos escribimos lo que pide el editor, por ejemplo historias de zombis, fantasmas, etc. Sabemos lo que quiere el editor y nosotros mismos hacemos el filtro. De cualquier forma hay muchas historias que se enmohecen porque no hay donde colocarlas.

¿Qué opinas de los neologismos?

Me parecen bien, siempre que tengan un origen lógico. Es decir, que realmente haya que inventar un nuevo término porque no existe otra forma de nombrar algo nuevo. En cambio, me parece absurdo adoptar palabras procedentes de otros idiomas, si en el nuestro ya existe el término adecuado. Los idiomas son “seres vivos” y necesitan adaptarse a la realidad, siempre que la adaptación sea evolutiva y no al revés.

¿Qué es la CF para vos?

Para mí la ciencia ficción es una puerta abierta a los sueños.

A propósito. ¿Qué podés contar sobre “Fabricantes de Sueños?

“Fabricantes de sueños” en una de las antologías que publica anualmente la AEFCFT. Hasta ahora recogía los mejores relatos publicados el año anterior. A partir del año 2010 publicará la primera novela de un autor novel. Yo fui uno de los tres seleccionadores del Fabricantes de sueños 2005, creo que el mejor que se ha publicado hasta la fecha. ¿Has visto qué modesto soy?

Sí, já, já. ¿Cuál de tus cuentos te es más querido? ¿Por qué?

Tengo varios a los que les tengo un aprecio especial. Uno de ellos es Tierra Calcinada, publicado en la antología Desde el Taller, de EDLG. Este relato cuenta la historia de un hombre, que vive en mundo devastado, en el que ya no queda vida vegetal ni animal y los humanos están recluidos bajo tierra. Este tipo sencillo da su vida por proteger una pequeña planta de alcachofas, la última del mundo. Este cuento hace que los lectores se emocionen y suelten una lagrimita. Quizás sea por eso por lo que le tengo cariño, ya que es más difícil hacer llorar que reír.

¿Por qué se llama “Desde el Taller”?

Porque todos los relatos que contiene nacieron y crecieron en el Taller Siete.

¿Crees que hay lectores para lo que escribís?

Haberlos los hay. Otra cosa es que lean. En la actualidad en Internet cualquiera puede hacerse un blog y escribir lo que le dé la gana, eso lleva a una saturación entre la que se pierden muchas cosas de calidad. Otra cosa muy distinta son los libros en papel, esos sí que se venden, aunque sean tiradas modestas, y tienen un público fiel. Aunque, claro está, hay que ceñirse a las modas.

Sobre esto, te cuento una anécdota. Hace un año mientras trataba de cerrar un acuerdo con un cliente que necesitaba unos diseños, unos logos. Nos pusimos a conversar sobre Ciencia Ficción. El tipo había leído la mayoría de los libros clásicos y muchos comics. Entonces le mencioné los e-zines y algunas revistas nuevas en papel ¿Sabés que me replicó?: ¡Más de lo mismo! ¡Comparado con lo que se escribió en los cincuenta no existe! Volví a mi casa con esta opinión resonando en mi mente. ¿Qué opinás al respecto?

Quien opina así es porque no está al día. Conocen los clásicos de los cincuenta porque son lo primero que se lee al iniciarse en la CF. Luego se creen expertos, aunque desconozcan lo que se escribió después y, por supuesto, a los autores actuales —todavía vivos—, que son tan buenos o mejores que aquellas viejas glorias.
Yo creo que en la actualidad no sólo se publica muchísimo más que en los cincuenta, sino que la calidad supera a lo de aquellos tiempos. El motivo es que el nivel cultural es mucho más elevado y el acceso a la información es infinitamente superior. Además de la diversidad de medios para publicar.
A la mayoría de los relatos y novelas de Ciencia Ficción aquella época les falta precisamente Ciencia. Los autores no disponían de los conocimientos, ni medios para obtenerlos, que tenemos hoy en día e inventaban cosas que hoy, al leerlas, nos hacen reír. Sin embargo, si nos dejamos arrastrar por la fantasía y no le damos importancia a ese punto, son historias geniales.

¿Tienes un e-zine favorito?

Si doy un nombre voy a quedar mal con algunos amigos.

¡No seas tímido! Aunque pienso que te gustan todos. ¿Hay algún autor contemporáneo que sigas?

Extranjeros el gran George R.R. Martin, Terry Pratchett y recientemente he descubierto a John Scalzi, un escritor con un gran sentido del humor.
Españoles muchos, desde los veteranos Ángel Torres Quesada, Rafael Marín, Juan Miguel Aguilera o Javier Negrete, hasta los más jóvenes David Mateo, Juande Garduño y otros que todavía son poco conocidos, pero que pronto brillarán por méritos propios.
El último que he leído es “Tom Z Stone” de J.E. Álamo, un autor valenciano compañero de tertulia. Es una novela negra en la que el detective es un zombi. Te la recomiendo, es divertidísima.

Me gusta Quesada, tengo un par de libros. ¿Cuál es tu autor favorito?

Elegir uno sólo es muy difícil, porque cada uno de los que cito en la pregunta anterior tiene cualidades únicas y no es comparable a los demás.

Claro. ¿Según tu parecer, los autores de CF colaboran entre sí o son individuos aislados?

Por lo que sé suelen colaborar, se ayudan, se piden consejo unos a otros y existe una gran armonía y respeto entre todos.

¿Qué opinas de los ilustradores?

Que los envidio. Hay varias cosas que me hubiese gustado hacer: dibujar, cantar, bailar y tocar un instrumento musical. Pero mis dibujos son patéticos, si canto puede desatarse una tormenta infernal, bailo como un pingüino con reuma y soy incapaz de distinguir una nota musical de otra. Al menos sé escribir regular y, además, muevo las orejas, je, je, je.

Dibujar… ¡Qué cosa! ¿Crees en el talento? Quiero decir ¿Las capacidades son algo genético?

No sé si será algo genético, pero algo de eso debe de haber. Está claro que todo se puede aprender, aunque para desarrollar plenamente un arte determinado hay que tener “duende”, como dicen los bailarines de flamenco. Por ejemplo, mi hermano mayor, que siempre dibujó muy bien, tiene una hija que desde pequeñita le gustaba mucho dibujar, tanto que hizo la carrera de Bellas Artes. A mi se me da mejor crear historias y mi hijo, que el dibujo se le da todavía peor que a mi, también tiene “duende” para escribir, aunque no lo haya explotado aún al estar ocupado con sus estudios.

¿Es importante la divulgación de las novedades CF?

Sí, claro. Si no se divulgan no llegan a nadie. Por suerte en la actualidad tenemos medios fantásticos para difundir las novedades. Lo que nos lleva un terrible dilema, porque no podemos comprar todas las novedades ni hipotecando nuestra alma.

¿Qué opinás de la autoedición?

Es el recurso de los escritores desesperados y de los malos escritores. De ambos se aprovechan algunas empresas de autoedición —digo empresas, no editoriales— que, en algunos casos, timan a los pobres incautos, cobrándoles por nada. Otras editan los libros pero es el propio autor quien tiene que venderlos.

Pero… ¿Las editoriales no son empresas también?

Sí, pero no es lo mismo una editorial que se preocupa por publicar novelas de calidad, que las empresas de autoedición, que publican lo que sea, con tal de cobrarle la edición al incauto autor, que luego tiene que buscarse la vida para vender o distribuir sus libros. Conozco una de esas empresas que tiene dos sellos editoriales, uno para autores conocidos y otro para autoedición. Jamás he visto a la venta ningún libro del primer sello, aunque me consta que los autores cobran. Del segundo sello se encuentran los libros donde los autores los han “colocado” a base de hacer presentaciones y venderlos en persona, que es a lo que se comprometen al firmar el contrato.
¿Has leído “El péndulo de Foucault” de Humberto Eco? En este libro explican muy bien como funciona eso de los “Autores Auto Financiados”. En la realidad estas empresas no se molestan en hacer el timo tan sofisticado como en el libro, porque siempre hay autores dispuestos a pagar para que les editen. Unas cobran directamente la edición. Otras editan “gratis”, pero el autor se compromete a vender un número determinado de ejemplares. Y si no puede venderlos los tiene que pagar, claro.
¿Ves la diferencia?


Sí ¿Te animás a hablar de algún editor?

Mi experiencia con editoriales y editores ha sido buena, así que no puedo hablar mal, al contrario.

¿Ves televisión?

Muy poco. Las noticias mientras estoy comiendo, aunque sea malo para la digestión, y alguna película o serie que valga la pena, que son muy pocas.

¿Podés nombrar alguna de esas series?

Por desgracia no emiten demasiadas series de CF, así que las que suelo ver son policíacas, como Dexter, Mentes Criminales o Bones. Aunque en estos momentos sigo la serie Juego de Tronos, además de estar revisitando las series de Star Trek que, como buen aficionado, tengo compradas en DVD; originales no pirateados.

¿Qué opinas sobre los adelantos tecnológicos en la vida diaria?

Me encantan los chismes tecnológicos. De niño seguía fascinado las series Star Trek, Viaje al Fondo del Mar, etc. Me maravillaban todas esas cosas que se suponía que tendríamos en el futuro. Lo gracioso es que hace años que hemos superado casi todos aquellos adelantos técnicos y ni nos hemos dado cuenta. Por ejemplo, todo el mundo lleva en el bolsillo un comunicador mucho mejor que el de Star Trek, que además hace fotografías y vídeo, tiene agenda, juegos, wi-fi…
Sólo echo de menos el teletransportador, los coches voladores y las pistolas de rayos. En fin, habrá que esperar otro poco…

Ya llegarán. ¿Qué pensás de las nuevas formas de comunicación? ¿Y las redes sociales?

Me parecen geniales porque permiten que nos relacionemos con personas de cualquier parte del mundo, que de otra forma jamás habríamos conocido.
Lo que no me gusta es la obsesión o adicción de algunas personas, que parecen incapaces de comunicarse cara a cara. Las adicciones son perjudiciales, sean del tipo que sean, y quien envía doscientos SMS al día es un enfermo, como quien se gasta el sueldo en máquinas tragaperras o se inyecta heroína.

Ahora los chicos siguen aventuras a través de juegos de video o historias en cine condicionadas por el merchandising ¿Pensás que eso reemplazará a la literatura tradicional?

No, son cosas distintas. Cuando yo era niño jugábamos en la calle, pero también dedicábamos tiempo a leer tebeos o libros de aventuras. Hoy se juega en casa con maravillosos videojuegos, pero también se lee. Cada cosa tiene su momento.
Por otra parte, mucha gente que no lee va al cine o ve la televisión, con lo que tiene acceso a parte de esa literatura, aunque se la den en colores y tres dimensiones. Peor sería que se pasasen la vida bebiendo en un bar.

¿Por que pensás que en la opinión general, la CF es tan infravalorada?

Porque en general la gente llama ciencia ficción cualquier cosa que les parezca extraña. Por ejemplo, he tropezado con gente que cree que el aficionado a la CF es un tipo que cree en los OVNIs. Eso y que el cine malo ha hecho creer que no hay buena literatura de CF. Por eso las novelas y películas de CF se disfrazan ocultando el término, que no figura en las portadas ni carteles.

¿Imaginás que algún día conquistaremos el espacio como en Star Trek?

Imaginarlo lo imagino, pero científicamente es casi imposible. La física tiene unos límites que no se pueden traspasar, al menos hasta donde las grandes mentes como Stephen Hawking son capaces de dilucidar. Precisamente fue éste gran hombre quien dijo que no se puede viajar por el hiperespacio… ¡porque es demasiado estrecho y no cabría una nave espacial! Al leer esto se me quedé bastante desilusionado.
De todas formas el ser humano, aunque es capaz de hacer cosas maravillosas, también es la peor plaga que existe sobre la Tierra, por lo que creo que es más fácil que nos destruyamos a nosotros mismos antes de que lleguemos a crear ese futuro idílico de Star Trek.

Así es, José. No me gusta el auto engaño y creo que si no cambiamos la dirección “ayer”, el mundo como lo conocemos tiene pocas probabilidades. Si hubiese un holocausto climático o ecológico ¿Qué harías?

Intentar sobrevivir. ¡Qué remedio!

¡Excelente! Yo también. ¿Cuál es tu película de CF favorita?

¡Difícil decantarse por una sólo! Bueno, pues me quedo con Blade Runner, un gran clásico, aunque no se parezca mucho a la novela en que está basada.

¿Crees que los autores de CF son nerds o ratones de biblioteca despegados de la realidad?

Los que yo conozco en persona no, son gente muy normal, abierta, sociable y viven en la realidad.

Los que yo conozco, también, je, je. ¿Cuál fue el último cuento de CF que leíste?

La última antología que he leído es la Antología Z volumen 3, de la Editorial Dolmen, en la que se incluye mi relato “Sherlock Holmes y los zombis”.

Bueno, dinos donde podemos leerlo.

Pues en la misma antología. Es un relato inédito escrito para presentarlo a esa convocatoria. Por contrato la editorial tiene los derechos durante varios años, así que por ahora no puedo publicarlo en ningún e-zine, ni en mi blog.
Aprovecho para recomendar la Antología Z volumen 3 de Dolmen. A mi me divirtió mucho. Hay quien piensa que los zombis, como tema, son algo repetitivo y soso. Pues no es cierto. Utilizando los zombis como “excusa” se pueden escribir historias divertidas, dramáticas, terroríficas...
Por mi parte estoy muy satisfecho con mi relato, ya que ha sido seleccionado entre más de trescientos presentados. Los cuentos se presentaban con seudónimo, así que se ganó el puesto por sus propios méritos.
Y también aprovecho para comentar que en la Antología Z volumen 4, que saldrá a la venta en los próximos meses, también contendrá un relato mío: “El Crucero del Terror”. Las aventuras de un escritor, que se va de crucero para escribir una novela y un día se encuentra que el barco está plagado de zombis.

¿Pensás que alguien leerá este diálogo?

Eso espero, después del tiempo que hemos dedicado...


En mi blog hay enlaces a todos mis relatos publicados.

El último en formato digital ha sido en el número uno del
Enlace e-zine Planetas Prohibidos http://planetasprohibidos.blogspot.com/2011/02/planetas-prohibidos-1-04022011.html en el número dos está la entrevista que le hice a Yoss cuando estuvo en el Fantastics de Castellón.
Un abrazo y gracias por entrevistarme.


José Vicente Ortuño
http://www.vialibris.tk/
http://vialibris.blogspot.com/

10 de junio de 2011 - Planeta Tierra

1 comentario:

  1. Muy interesante conocer un poco más de tu trayectoria y pensamientos. Comparto con vos Heliconia y Cefeidas, y ojalá un día se pueda concretar un encuentro real, atravesando el mar. No es difícil hacerlo desde la ciencia ficción, o por internet, pero mover los cuerpos a través de mar y cielo, por tantos kilómetros, es una proeza para el bolsillo... Un abrazo desde la Patagonia Argentina.

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