Hola
¿Quién eres? Preséntate con tus palabras, por favor.
Soy José Sépi, oriundo
de Mar del Plata, dedicado desde hace unos cuántos años al oficio del Humor
Gráfico.
¿Cómo
empezaste a aficionarte en las historietas?
Mis primeras historietas
fueron Patoruzú, Patoruzito, y casi todas las de la Editorial Columba,
Fantasía, El Tony, que las obtenía porque me las regalaba mi tío, teniendo la
ilusión de que yo dibujara ese tipo de historietas. Lo cuál, por otro lado, es
bueno que no me haya dedicado a dibujarlas. Por algo hago Humor Gráfico.
Já, já. Pero estás en esto del humor gráfico desde muy chico ¿Cuáles
fueron tus primeros pasos en Mar del Plata?
A los 15
años, después del cole, me quedaba toda la tarde (hasta muy tarde) en el archivo
del diario La Capital de Mar del Plata. Ahí comencé a empaparme de temas
políticos, historia, personajes, famosos y todo eso que uno ve pasar en los
archivos de un diario. Antes no existía Internet y entonces había que
clasificar las fotos por épocas en sobres marrones (papel madera) y añadir una
breve reseña de las fotos y su fecha correspondiente. Luego entre a colaborar
en la parte de diseño del diario, y aprendí a diseñar un diario de la nada. No
es como ahora que cualquiera puede hacer una revista o un diario gracias al
avance de la tecnología. Antes los títulos se pegaban con “Caregua”, un
horrible pegamento con un olor fuertísimo. En las fotos se dejaba un recorte en
negro (que se pintaba con marcador o tinta) y en donde se hacían las películas,
se encargaban de colocar la foto. Más tarde pasé a redactar noticias y no me
fue tan bien, dado que era un tanto rebelde o sincero, y no tuve una buena
experiencia con el gobierno de Facto. Tuve que esconderme unos meses por las
cosas que escribía. Tenía 16 años. Fue mi jefe se redacción quién me sugirió
que hiciera una tira de humor, donde podría decir algunas cosas bajo la forma
de un personaje. Entonces dibujaba una especie de lobo marino marplatense, muy
similar al Snoopy de Schulz que entonces estaba muy de moda. No se parecía en
nada, más que en lo blanco del personaje. Pero claro, yo no era dibujante, era
periodista.
¿Y como fue tu encuentro con Quino? Contá sobre eso por favor.
A Quino lo
fui a ver a una Feria del Libro que se hace todos los años en Buenos Aires. Me
acuerdo que hice como treinta dibujos (todo humor gráfico en blanco y negro y
sin palabras), lo puse dentro de un sobre con mi teléfono particular en la
carátula y me hice la cola, de esas que duran una hora o más, hasta que uno
llega hasta el Maestro. Cuando lo tuve enfrente, le dije mi nombre y le comenté
que él había sido mi mentor para tomarme en serio, esto de hacer humor gráfico.
Me lo agradeció, y yo le dije si podía entregarle unos dibujos para que los
viera. Me dijo que sí, me firmó el libro que yo tenía desde unos cuántos años y
volvía a casa. Tenía la ilusión de que Quino dijera algo bueno de mis dibujos.
Pero, claro, resultó ser todo lo contrario. Quino me llamó tres días después a
casa. Dado que yo no estaba, dejó un mensaje en el contestador, con una voz muy
enojada, cosa rara en el Maestro. Por la tarde, volvió a llamarme. Me dijo que
era Quino, y fue entonces cuando experimenté esa sensación que debe tener el
espíritu cuando sale del cuerpo. No podía creer que el Maestro se hubiera
tomado la molestia de llamarme a mí, un tipo que ni siquiera sabía sostener un
lápiz. Quino fue puntual. Me dijo que no entendía lo que yo estaba haciendo,
que no entendía por qué razón yo estaba plagiando (refiriéndose al dibujo, no a
las ideas) a Jean Bosc, un autor francés que yo respetaba mucho (y aún
respeto). Me dijo que eso ya lo había hecho Viuti y que no era bueno seguir
pegado a quién uno admira, sino soltarlo y ser uno mismo. Quedó claro, me dijo.
Sí, Maestro, le contesté. Bien, me dijo. Volveré a llamarlo en un año. Y lo
hizo, por supuesto. Y es algo que admiro mucho en él: lo sencillo de un hombre
reconocido, despojado de ese título. Un Grande de verdad. Así que, lo que hoy
se puede ver en mis dibujos es gracias al consejo de un Tutor en el arte de
hacer humor. Y por supuesto, le estaré agradecido toda la vida por esto.
¿Es
difícil hacer humor?
El humor es una
profesión que se aprende imitando a quienes uno admira. Al principio, puede
resultar tedioso (porque a veces ni nuestra propia madre se ríe de nuestros
chistes…aún me pasa, claro). Pero con el tiempo, uno aprende a lidiar con
ciertas pautas y sale a flote (o queda flotando para siempre). Sucede que el
humor es variado: Hay quienes eligen hacerlo sobre temas actuales y hay otros,
como en mi caso, que prefieren hacer humor libre.
Por
lo general los humoristas gráficos trabajan en diarios o revistas y eso les
demanda una producción diaria de tiras o páginas ¿Cuántas horas del día le dedicás a tus creaciones?
Yo tuve la suerte de
hacer casi 5.000 tiras para el diario La Capital de Mar del Plata y puedo decir
que hay días en que uno no sabe que hacer. La musa inspiradora no siempre
llega. Y hay días en que uno puede adelantar una semana entera o estar una
semana entera a la deriva. Quino decía que a veces lo llamaba Caloi para que le
“tirara” alguna idea, o al revés. En revistas como “Humor” o “Anteojito”, se
trabajaba una vez por semana con temas variados y eso permitía trabajar más las
ideas. En estos momentos realizo un
personaje llamado “Huguito el rezongón”, basado en el humor de parejas. Un
matrimonio que no va ni para un lado ni para el otro, pero aún con su forma de
tratarse, siguen juntos. Se puede ver en Facebook, pero al ser tan espontáneo,
lleva más tiempo armar el texto para simplificarlo que la idea en sí. Sin
embargo, al humor que más tiempo le dedico, es al humor mudo o sin palabras,
que requiere un esfuerzo extra. A veces una idea puede surgir rápida, y otras,
simplemente quedarán guardadas hasta que puedan servir o no.
¡Genial! ¿Dónde podemos ver algo de eso?
Ojalá no se
pudiera ver en ningún lado. La mayoría de las veces firmaba con seudónimo, o
simplemente no firmaba mis dibujos, me parecían aterradores. Pero prometo dejar
de respirar por un rato y buscarlos para que opinen lo mismo que yo. Cosas que
suceden. El humor reciente lo pueden ver en mi página web: josesepi.com, o
seguir las de”s”parejas aventuras de Huguito el rezongón en Facebook.
¿Qué
temas te gusta mostrar en tus tiras humoristicas?
Me gusta mostrar la
relación del ser humano con los animales. Son temas a los cuales recurro casi
constantemente.
¿Cuál
es tu aspiración? ¿Fama?
Me gustaría poder trabajar para un diario de mi país
haciendo una tira diaria o una viñeta. Actualmente publico lo mío en el
exterior, y casi no tengo contactos con diarios y revistas de acá, salvo el
suplemento de humor gráfico “Catrasca” que se publica semanalmente en varios
diarios del interior. La fama no me preocupa. Me gusta lo que hago y lo
disfruto.
Cierto eso, che. Yo también laburé para
Inglaterra, España, USA, Ahora Brasil, pero en Argentina no me queda otra que
la autoedición. Bueno si me han publicado cosas en la DUENDES y los pibes de
Barricada. ¿Qué es lo que te hace juzgar si una tira cómica es buena o mala?
Cuando una tira no llega al público, es porque va
por mal camino. No importa tanto el dibujo (uno puede ser un mal dibujante pero
de brillantes ideas). La simpatía que despierta una tira, es lo que cuenta.
Es muy interesante tu respuesta y muy verdadera.¿Qué
es la humor gráfico para vos?
Un cable
a tierra. Mi manera de ver el mundo con los ojos de mi propio mundo.
¿Crees que hay público para lo que haces?
Siempre
hay un público para lo que uno hace. Algunos tendrán más, otros menos. Pero
siempre está ese alguien que te va a acompañar en tu proyecto. De no ser así,
no habría distintas músicas, distintas temáticas de películas, distintas
historietas, distinto humor.
¿Tienes un e-zine favorito?
En
Internet solo me gusta visitar páginas de dibujantes a los que admiro. Generalmente
son sus páginas oficiales y que tienen que ver con el trabajo de humor que
realizo. Me gusta mucho el humor inglés o norteamericano, y suelo practicarlo.
Por supuesto, sin descontar el humor francés.
¿Hay algún autor contemporáneo que sigas?
Miro todos
los autores: de humor, de historietas, ilustradores. Todo lo que puedo o el
tiempo me permite. Mis favoritos son Sempé, Bosc, Quino, Mordillo, Copi, Oski y
casi todos los americanos como David Sipress, Edward Koren, Bill Watterson,
entre muchos otros.
¿Cuál es tu autor favorito?
Sempé.
¿Según tu parecer, Los Humoristas gráficos colaboran entre sí o son individuos aislados?
Yo vengo
de la época en que nos juntábamos con Landrú, Quino, Fontanarrosa, Viuti,
Tabaré y tantos otros a comer un asado o simplemente a beber algo (vino, la
mayoría de las veces). Hoy siento que un poco todo eso se ha perdido. A veces
no entiendo como hay humoristas que forman un grupo cerrado y exponen sus obras
sin avisar a sus colegas, por ejemplo. Y no hablo de mi caso; hablo de
humoristas de reconocida trayectoria a los que se les deja de lado. Landrú,
cuando hacía las exposiciones de Tía Vicenta, invitaba a todos, no faltaba
nadie. Con la revista Humor, un poco se fue formando esa manera egoísta de
hacer un grupito en el que nadie entra. Sucede con Fierro, que son de la misma
escuela. Una lástima.
Sí, una cagada porque el elitismo es el primer
paso a la extinción, ningún grupo exclusivo durá mucho ni tiene ninguna
utilidad para el grupo mismo. Mi intención es reanimar el fuego de los autores
de hstorieta y humor grafico, no vale excluir a nadie y como dijo Roberto
Regalado en la reunión de Fin de Año qque hicimos. Todos somos iguales. En eso
coincido a pleno. ¿Qué opinas de los ilustradores?
Admiro,
sobre todo, a los ilustradores. El primer dibujo que me impactó fue uno de
Roberto Regalado que vi en un Anteojito. Después fui descubriendo a otros
autores. Tengo predilección por Oscar Chichoni, Franz Frazetta, Carlos Nine, y
otros como Sempé, André Francois, que también son excelentes ilustradores.
¿Conociste a Chichoni? Son geniales sus
ilustraciones, Siempre recuerdo aquellas primeros números de la FIERRO.
A Chichoni lo conocí en Humor (o Fierro) que era lo mismo. Llevaba
bajo el brazo un original que era la próxima portada de Fierro. Era igual que
ver una pintura. No se puede creer el dominio del arte que tiene Oscar. Y la
imaginación, claro. Un día, Cascioli lo invitó a que nos mostrara su técnica y
me impactó su forma de trabajar. Usa papel corrugado, con poros, la mayoría de las
veces. Cartulinas negras, y va llevando la luz del color desde lo oscuro del
papel al la luminosidad del color. El óxido lo pinta de esa manera. Siempre con
pasteles. Nine es otro Grande que impacta mucho con sus originales. Logré ver
algunas tapas que hacía entonces para Humor.
¿Es importante la divulgación de las novedades sobre
historietas?
Seguramente.
Soy un propulsor de la divulgación sobre las historietas y los autores que las
realizan.
¿Qué opinás de la autoedición?
Me parece
perfecto. Quino empezó con una autoedición. Borges,
Bioy Casares, Ray Bradbury, Walt Disney, André Francois, por citar algunos autores.
Con esos ejemplos está todo dicho. ¿Te animás a
opinar sobre algún editor?
Ya casi
no quedan editores. Las editoriales grandes se comprometen con el autor, si el
autor tiene un éxito aparente. De lo contrario, rara vez (o nunca) se
arriesgan. Un editor es un mal necesario, pero hoy en día, no prescindible.
¿Ves televisión?
No.
¿Qué opinas sobre los adelantos tecnológicos en la
vida diaria?
Me gusta la web porque me sirve para publicar lo mío y ver lo que hacen otros autores. Pero no soy amante de la tecnología. Mis dibujos ni siquiera están retocados, son originales, con errores y todo.
Cierto, pero viéndolos eso es lo que les da una
frescura personal. ¿Qué pensás de las nuevas formas de comunicación? ¿Y las
redes sociales?
Son
importantes para aquellos que se dedican a una profesión artística, o para
alguién que se encuentra solo. Pero el resto no sirve. Existen muchas formas de
comunicación, pero no hay comunicación entre unos y otros. Una vez, dando una
clase (soy profesor de Arte en las escuelas) noté que una alumna le escribía a
un compañero del mismo colegio. Opté por no decirle nada y salí al recreo con
ella. El muchacho le dijo a la chica no sé que tontería y se rieron. Fueron al
patio y desde el otro lado los seguí observando. Estaban juntos, pero no se
dijeron una sola palabra más en todo el recreo.
El otro día le comentaba algo sobre eso
a un amigo. Que la tecnología nos da comodidad pero nos distancias y nos vuelve
estúpidos. La gente usa menos palabras y eso hace que piensen menos. Es difícil
razonar cuando dejas de usar el vocabulario. No sé adonde irá a terminar todo
esto, quizá a una gran masa de esclavos, je, je. ¿ Qué opinás vos?
Después de soportar una gran tormenta, una gran guerra, la gente ve
las cosas de otra manera. La calma trae al pensamiento, a la meditación. Pienso
que en algún momento, se va a utilizar la tecnología sólo para lo esencial. No
me gusta la idea de Fahrenheit 451 que relataba Ray Bradbury. Espero que no se
llegue a eso. Monos con celulares, jaja…
Ahora los chicos siguen aventuras a través de
juegos de video o historias en cine condicionadas por el merchandising ¿Pensás
que eso reemplazará a la literatura tradicional?
La
literatura tradicional nunca será reemplazada. Siempre habrá un poeta, un
escritor, un dibujante, un ilustrador frente a un papel, o pintor de cuadros,
delante de su tela blanca.
Una vez me dijeron que los historietistas sueñan
con utopías, en cambio los humoristas gráficos son mucho más realistas y tiene
los pies en el suelo ¿Qué opinas sobre eso?
No se
quién lo dijo, pero es una verdadera estupidez. En estos momentos, yo escribo
estas líneas con los pies en el aire, apenas sostenidos por un banco pequeño.
Me lo contó
un editor amigo refiriéndose al dicho de otro editor. ¿Imaginás que
algún día conquistaremos el espacio como en Star Trek?
Claro.
Siempre y cuando esté en la tripulación el Dr. Spock.
Si hubiese un holocausto climático o ecológico
¿Qué harías?
Nada. Qué
puedo hacer. Soy un dibujante.
¡Ves que tenés los pies en el suelo! Yo hubiese
respondido que lucharía contra los zombies. ¿Cuál es tu película de historietas
o comics favorita?
Calvin
and Hobbes.
¿Crees que los autores de historieta son nerds o
ratones de biblioteca despegados de la realidad?
No, nada
más lejos. Se mueren de hambre, la mayoría y eso es muy real.
Triste, pero cierto. ¿Cuál fue la última historieta que leíste?
Calvin
and Hobbes.
¿Cuál es tu opinión acerca de la propuesta de ley
para incentivar la historieta nacional para la que se están juntando firmas?
Participo
de esta ley. Soy una de las firmas.
¡Bien ahí! ¡Y respecto a la idea de agremiarse
para conseguir la pensión o jubilación para los dibujantes?
Está perfecto.
¿Por qué no?
¿Pensás que alguien leerá este diálogo?
Espero
que no. Prefiero que lean “El Extranjero” de Albert Camus o “El Aleph” de
Borges. Pero es seguro que no van a leer a esos autores. Del único modo que
alguién pueda llegar a leer esto, es si lo publican en Facebook. Salud!
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