Charlas entre dos personas, separadas por grandes espacios geográficos o temporales, pero unidos por aficiones comunes. No hay aquí elitismo o diferenciación entre los participantes, sólo igualdad y libertad de expresión. Puede ser un lector de Isaac Asimov, un admirador de Frank Frazetta, un coleccionista de obras de Robin Wood o analizadores del Eternauta. Son coloquios, a veces con opiniones coincidentes, a veces con discrepancias, en el Planeta Tierra. - M. C. Carper
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jueves, 30 de junio de 2011
Yoss – Escritor de CF – Actividades varias
Invitado de Hoy: Yoss – Escritor de CF – Actividades varias
Hola ¿Quién eres? Preséntate con tus palabras, por favor.
Yoss, nacido en 1969, oficialmente José Miguel Sánchez Gómez, aunque ahora sólo me dicen así mi madre, mi padre, mi hermano… y la policía cuando me pide el documento de identificación en la calle. Vivo en La Habana, Cuba, y amo tanto mi ciudad que aunque he pasado largos períodos en Roma, Santiago de Chile y Barcelona, siempre regreso a ella. Para mí un viaje en el que no se regresa al punto de partida está por definición incompleto. Soy un optimista a prueba de misiles nucleares, de los que la media botella la ven siempre medio llena y jamás medio vacía. Mido 1,70 m de altura, peso 78 kg y tengo bíceps de 16 pulgadas… o sea, musculoso, pero sin llegar a fisiculturista; me gusta demasiado el dulce, sobre todo el helado. Cinturón negro en judo y kárate-do estilo shoto-kan, he practicado también boxeo, aiki-do, esgrima occidental (mi arma, el sable, ni el florete ni la espada) wu-shu, kendo y sávate. Voy al gimnasio de lunes a viernes como una religión, y 4 veces por semana corro 12 kilómetros. No fumo, no bebo alcohol ni café, no consumo drogas. Vaya, que me apasionan las artes marciales y la forma física y aspiro a llegar al menos a los 90 años… y en buen estado, aunque ya en mi esqueleto tengo contadas 16 fracturas; los deportes de contacto tienen su precio. Y los de riesgo: me encantan el senderismo, la espeleología y la escalada libre, aunque en Cuba no nos sobran riscos donde practicarla.
Soy ligeramente miope y uso lentes de contacto desde los 12 años. Ojos café, cabello negro, todavía sin una sola cana, lo uso largo hasta los hombros hace más de 20 años; soy fanático al rock, sobre todo el heavy metal épico de los Manowar, aunque también sigo mucho a Aerosmith, Iron Maiden y otra larga docena de bandas metaleras. Toco la armónica y desde hace 4 años también (¡al fin!) soy vocalista de un grupo cubano de heavy: TENAZ. Dibujo bastante bien, aunque nunca he recibido clases.
Me gradué de Biología en 1991, pero sólo la ejercí dos años en la Acuicultura, criando carpas y tilapias en presas. Me he casado dos veces y divorciado otras tantas. No creo en la fidelidad, pero sí en el sexo seguro; debo ser uno de los principales consumidores de condones de Cuba, y en mi tumba quiero que pongan: ELLAS ERAN MUCHAS Y EL UNO SOLO… PERO HIZO SU MEJOR ESFUERZO. No tengo hijos ni pienso tenerlos… siempre digo que los niños tienen un defecto básico de diseño: les falta el botón de apagado… y además, un escritor como yo, que vive como Tarzán, saltando... pero no de liana en liana, sino de cheque en cheque, y siempre con los feroces cocodrilos de la miseria acechándolo debajo, sencillamente no puede darse el lujo de traer al mundo a otra personita que dependa de uno. Sobre todo si quiere mantener su independencia y no hacer concesiones dolorosas para ganar un poco más de dinero para la familia. De cualquier modo, si en el mundo hay tantos niños sin padre ¿qué más da un padre sin hijos?
Desde 1995 mi vida es el sueño realizado de muchos aficionados; me gano el pan (y también algo para ponerle dentro, para ser sinceros) escribiendo, sobre todo CF. He ganado varios concursos internacionales, entre ellos el Domingo Santos 2005, el Universidad Carlos III 2003, menciones en el Alberto Magno y el UPC, y el pasado 2010 ¡finalmente, tras 18 años compitiendo sin fallar uno! gané el UPC yo solito. Mis libros se han publicado en España, Francia, Italia y Polonia, además de por supuesto en Cuba. El público nacional me lee y me reconoce por la calle, aunque supongo que mi facha ayuda su poquito. Vaya, que no me puedo quejar.
Já, já. Pues ya me formé una imagen detallada de tu persona. ¿Cómo empezaste a aficionarte en la CF?
La mitad de la culpa fue de mi padre, que me compraba libros para tenerme tranquilo. Así descubrí a Julio Verne y autores rusos como los Strugatski, regularmente publicados en Cuba. Luego vi Voltus V, un filme hecho con 5 capítulos de la homónima serie anime japonesa del subgénero mecha… y mi destino estuvo decidido. La CF iba a ser mi vida. Lamento profundamente no haber podido ser cosmonauta. Pero todavía me queda el chance de viajar en el tiempo, supongo…
¿Cosmonauta? ¿Te gusta la soledad? Porqué me imagino que el viaje por el espacio es una empresa solitaria. ¿No?
No veo por qué la astronáutica tenga que ser una actividad solitaria a estas alturas. En tiempos de Yuri Gagarin y John Glenn, cuando no había presupuesto para mandar dos hombres al espacio, sí. Pero hoy las misiones de 3 o más hombres son la norma. Y tampoco duran tanto, creo que el récord es de poco más de un año. Claro, si hubiera que estar 3 años en un ambiente cerrado con tal de ser el primer hombre en Marte, yo me apunto, que si París bien valía una misa, Marta bien vale un poco de martirio, y valga el juego de palabras.
¿Y cuándo sentiste el impulso de escribir?
Como en Cuba se publicaba relativamente poca CF (bueno, la verdad es que ahora se publica menos) y no podía leer toda lo que quería, comencé a escribirla. Tenía 15 años, y tardé 2 años más en lograr textos que no hicieran vomitar al que los leyera. Durante ese tiempo escribí cerca de 2 cuentos cada semana, y el haberme convertido en escritor se lo debo sobre todo a la paciencia de mi vecino y también escritor del género por aquel entonces, Arnoldo Águila, así como a la de otros estoicos y esforzados miembros del Taller Literario de CF Oscar Hurtado, del municipio habanero Plaza, asesorado entonces por Daína Chaviano, una escritora del género ya publicada y de gran popularidad en Cuba.
Sí, escuché mucho sobre Daína Chaviano y tengo muchas ganas de hacerle una entrevista. ¿Qué temas te gusta abordar en tus cuentos?
Bueno, supongo que puedes localizar a Daína en su página web… por si acaso, dile que eres amigo mío, eso siempre ayuda entre cubanos… Como ya puse arriba, me gusta escribir sobre todo lo que a mí mismo me gustaría leer. Adoro la space-opera, pero como biólogo, también hay un fuerte componente de esa ciencia en mis relatos. De hecho, en estos tiempos, junto con Carlos Duarte Cano, compatriota también biólogo y escritor, estamos preparando una antología de cuentos cubanos de CF de tema biológico que se titulará Las fronteras de la vida. Me interesa la evolución, las mutaciones, las mil y una posibilidades del contacto con otras razas inteligentes, la expansión humana por el Cosmos, la aventura del lenguaje. También escribo humor de ciencia ficción a menudo, y ocasionalmente, casi todos los demás temas. Hasta he cometido alguna que otra poesía de CF, uf.
Puedo aventurar una opinión personal sobre tus relatos. En la mayoría hay un componente de humanidad. Quiero decir, los personajes son de carne y hueso, uno entiende sus pasiones y me parecen innegablemente latinoamericanos. ¿Pensás que me equivoco en mi apreciación?
Supongo que no… y fíjate que nunca he visto la necesidad de que mis protagonistas se llaman Rick, Peter o William si vivo en Cuba. Más allá de eso, siempre he creído que la calidad de toda narración se debe a la congruencia de tres factores: argumento, estilo… y personajes. Un protagonista creíble, atractivo, humano, que no sea un robot perfecto apto sólo para disparar, golpear y tener sexo, es siempre una carta de triunfo en cualquier historia. Si además tiene gustos y fobias definidos, una trayectoria personal, un pasado, una trama de amigos y enemigos, pues ya está hecha la mitad del trabajo. Por eso creo que escribir buena CF es el doble de difícil que escribir cualquier otro género: en el realismo, por ejemplo, uno parte con la ventaja de que sus lectores ya conocen las bases del mundo en el que tendrá lugar la trama. En cambio, en nuestro género hay que sentar incluso esas bases… y hacerlo, para más INRI, de modo que no resulte aburrido, evitando lo que mi amigo, colega y compatriota Juan Pablo Noroña llama “la lavadora de carga frontal” cuando antes de que la historia propiamente dicha comience el autor-demiurgo nos atiborra de datos y más datos para que nos sintamos ubicados en su creación…. Pero con el peligro de aburrirnos de antemano.
¿Cuál es tu aspiración? ¿Fama?
Mentiría descaradamente si te dijese que no, que soy una especie de austero asceta que escribe por puro amor al arte. Pero no es tan simple como fama y ya. Quiero poder seguir viviendo de lo que escribo, e incluso ¿why not? (iluso que soy) hasta vivir mejor… así que puedes agregar “fortuna” a la fama. Pero la fama que tengo en mente no es la vacía popularidad de una estrella de Hollywood, alfombras rojas, sonreír en recepciones y que los paparazzi me persigan para sacarme fotos: es que mis obsesiones y preocupaciones lleguen a la gente común, de quienes de algún modo las saco, porque un escritor que se desconecta del público que lo rodea para encerrarse en su torre de marfil se condena automáticamente a la esterilidad. Quiero ser una voz a la que se escucha. Una opinión que se tiene en cuenta… aunque no me interesa en lo más mínimo hacer carrera política, lo digo claro. Sobre todo, aspiro a que mucha gente sienta que escribo lo que ellos quieren leer. Que no es tan fácil como parece…
Estoy de acuerdo con lo que decís sobre fama y fortuna, aunque es un tema que tiene más relación con la calidad que con la cantidad. Y de los políticos prefiero no opinar, son una especie que no me cae simpática, al menos los de mi territorio. ¿Qué es lo que te hace juzgar si un relato es bueno o malo?
Ese es un tema delicado y complejo. No te voy a engañar, lo primero es la clásica dicotomía “me gusta” y “no me gusta”. De ahí deriva todo lo demás. Uno trata de separar el gusto estético del juicio ídem… no todo lo que me gusta lo considero bueno, ni me gusta todo lo que es bueno. Como autor, trato de escribir lo que me gusta con calidad… como antologador o jurado de concursos, roles que me toca desempeñar bastante a menudo, suele suceder que, para no privilegiar las tendencias que prefiero, dé cabida a textos que reconozco bien escritos o con ideas originales, aunque no me hagan tilín. Por demás, no hay fórmulas mágicas para diferenciar el arte de la basura: podría decirte, recuperando la tríada arriba citada, que es arte cuando coinciden un buen argumento con buenos personajes y un buen estilo, pero a veces falta uno o dos de esos elementos y el resultado sigue dejándonos boquiabiertos.
Cierto. Es una pregunta trampa. A veces pienso que hay para todos los gustos. Por supuesto es algo que afecta la susceptibilidad de cada uno. Como en la música. Para mi algunas canciones de Ozzy Osbourne o Sabbath me parecen obras de arte inmejorables, pero muchísima gente opina que son basura. Lo mismo debe ocurrir con los cuentos. Hay muchos escritores y dibujantes aclamados en general que me erizan la piel por lo malo de sus creaciones… en mi opinión, aclaro. ¿Estás de acuerdo con los filtros de edición? ¿Quién debería realizarlos?
Hum, filtros de edición. Interesante término. No sé si te refieres a lo mismo que a mí me viene a la mente cuando leo eso. Para mí es ese odiado pero necesario personaje que echa a un lado buena parte de las obras que llegan a una revista o un concurso para evitar trabajo extra a los serios y honorables jurados o comités de redacción. Mira, creo que a veces no queda más remedio que recurrir a semejantes preseleccionadores: por ejemplo, es simplemente imposible que un jurado humano pueda leerse 80 novelas, como las que concurren cada año al premio UPC en Barcelona. Así que se buscan otros lectores que antes desechen las asquerosamente malas, simplificándoles la vida… y arriesgándose, por cierto, a que justo entre ellas estén los textos de vanguardia que revolucionen el género en los años siguientes. O, también pueden suceder, verdaderas obras maestras de géneros que los prelectores detestan por razones propias… sin hablar de las animadversiones personales, que son trágicas pero constantes entre escritores. En fin, los filtros son un mal necesario, pero que a la vez deberían evitarse siempre que se pueda. Vaya paradoja ¿no?
Sí, es así, como tantas paradojas de la vida. ¿Qué opinas de los neologismos?
Son consustanciales al género. Yo cuando escribo CF desconecto el corrector ortográfico, o si no me señalaría una de cada cinco palabras que tecleo. Por demás, con un poco de suerte, los neologismos y palabras raras de hoy serán background común mañana: como pasó con ansible, hiperespacio, robot, realidad virtual y tantos términos nacidos en la CF y que hoy utiliza prácticamente cualquiera con cierta cultura científico-técnica.
¿Qué es la CF para vos?
Estoy tentado de ponerme absolutista y responder categóricamente: todo. Pero, bueno, también están las artes marciales, las cuevas, los helados, la historia, el rock, el sexo… aunque si tienen que ver con la CF de algún modo, los disfruto el doble. Entonces prefiero poner que es como el eje de mi personalidad, que suena más psicológico y serio.
Já, já. Podría decir que esquivaste la respuesta, pero como opino igual, mejor no digo nada. Una cosa que me pasa es que no puedo tomármelo como escapismo; en mis relatos de Sálvat siempre caigo en las denuncias sociales o el ecologismo ¿Te pasa algo así cuando escribís?
Por supuesto. Para mí la CF es la literatura que recurre al mañana para dejarnos comprender mejor el hoy. ¿Escapismo? Ni hablar. Más bien, enfrentar al hombre con las consecuencias futuras de sus acciones presentes: si esto sigue así… si alguien no hace algo a tiempo… y desde aquí mismo aclaro que no creo que el socialismo, como el que hay en cuba, sea la solución perfecta a todos los problemas sociales del hombre. Pero, por supuesto, tampoco el capitalismo. Creo, de hecho, que no hay soluciones perfectas… y menos mal, porque el día que los hombres demos con una, será como el cielo… aburridísimo. O sea, se acabó la lucha, el progreso, todo lo que nos define. Pero la circunstancia de que siempre todo pueda ser mejorado, de que lo mejor sea enemigo de lo bueno, es una de las que más me inspira a escribir CF.
¿Cuál de tus cuentos te es más querido? ¿Por qué?
La pregunta más odiosa… como interrogar a una madre qué hijo prefiere. Bueno, debería ser tradicional, convencional y ecuménico y contestar que me gustan todos, o que el último que escribo es siempre el que prefiero. Pero tengo mis favoritos, claro… A ver ¿uno solo? ¿El más querido de los queridos? Supongo que Ella vendrá de nuevo. Y lo escribí hace 23 años. Ante todo, por razones históricas: era 1988, unas semanas antes había escrito Timshel, tan bueno y aclamado que dio nombre a mi primer libro de cuentos, que ese año ganó el Premio David de CF en Cuba y fue publicado al siguiente. Algunos creían que, siendo yo tan joven, sólo había tocado la flauta por casualidad. Hasta yo mismo temía un poco que así fuese… pero con Ella vendrá de nuevo demostré que no era suerte. Además, es un texto que adoro por la profunda raíz biológica de su idea central: un insecto mutante, evolucionado en un vertedero de desechos químicos y radiactivos, que mimetiza tan bien al ser humano que puede pasar por él. Por cierto, cuando eso no había leído Los amantes de Philip José Farmer, ni visto el filme Mimic, de Guillermo del Toro (no se había siquiera filmado, de hecho, y no estoy reclamando derechos de autor ni cosa por el estilo, que quede claro), así que mi idea tenía doble mérito, creo.
¡Ella vendrá de nuevo! ¡Qué bueno que está! ¡Y qué cosa, loco, es el primer cuento que leí de Yoss, já, já!!! ¿Crees que hay lectores para lo que escribís?
Por supuesto. Y no lo digo yo: modestia aparte, en Cuba mis libros duran escasas semanas en las librerías, porque luego se agotan (porque en mi isla, donde toda la industria editorial está estatalmente subsidiada, no suelen hacerse reediciones) y se me considera unánimemente el mejor autor nacional del género… Aunque sea algo así como ser el mejor capitán de navío boliviano, careciendo Bolivia de salida al mar: no hay mucha competencia, los que escribimos CF en la isla podemos contarnos con los dedos de las dos manos… quizás haya que usar también los pies, pero no más. Y fuera de Cuba, en España y Francia, que es donde más he publicado del género, también se me aprecia un poquito. Pero si tuviera pocos lectores, quizás ninguno más que yo mismo, seguiría escribiendo lo que hago. Aunque, eso sí, supongo que tendría que buscarme otro modo de ganarme la vida: si nadie me leyera, nadie me compraría, y si nadie me comprara, nada me pagarían ¿no?
A ver… La info que tengo de Cuba siempre termina relacionada con la historia de la Revolución. Hace poco vi la peli del “Che”. De adolescente leí un par de libros sobre él. Pero no se menciona la geografía de Cuba. Algo llegó de la música: Juan Luis Guerra, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Celia Cruz o el Buena Vista, je, je. El café. Te cuento unos amigos fueron de luna de miel a la Habana y me regalaron un café (Porque a ellos no le gustaba, pero a mí sí). Ahora ¡Te agotas en las librerías!! ¡Eso es fantástico!!! ¿Tenés seguidores o alguien que te escriba para saber que estás produciendo?
Bueno, ya ves lo que es la desinformación… Juan Luis Guerra es dominicano. Tomarlo por cubano es como decirle a los argentinos “Benedetti, ese gran poeta de ustedes”. En cuba nos reímos mucho de la película de Steve Soddenbergh sobre el Che, protagonizada por Benicio del Toro… llena de buenas intenciones y también de errores históricos e ingenuidades. Aquí el Che hace años que no es ese icono semidivino que sigue siendo para muchos en el mundo. Era un hombre que no dudaba en fusilar, en castigar… hay una frase, creo que de Kafka, ese gran cínico pesimista que tan bien conocía al ser humano, que me gusta mucho porque creo que lo define: quien está dispuesto a sacrificar su vida en nombre de una idea a menudo también esta dispuesto a sacrificar la ida de otros en nombre de esa idea. Y es ese el único paso que distingue al héroe del verdugo. A mi modo de ver, todo héroe que llega al poder es de algún modo un verdugo. El Che se sacrificó, nadie lo niega… pero lo que cuba no le perdona es la dureza que tuvo en exigirle a otros el mismo nivel de sacrificio. Nadie tiene derecho a eso.
Sobre seguidores o alguien que me escriba… tengo fans, muchos amigos, lectores que me paren por la calle o me escriben e-mails preguntándome qué estoy escribiendo. Pero nunca es un secreto: siempre varias cosas al mismo tiempo.
¡¡¡Gua!!! La pifié con el dominicano já, já, já. Que bien esto que decís del Che, me gustó. Me parece que Benicio hace algunos gestos maradonianos en su personaje, a veces medio ridículos. ¿Tienes un e-zine favorito?
Esto te va a sonar como el chiste del carnicero vegetariano… pero la verdad es que, por raro que suene, soy un autor de CF que no tiene acceso regular a Internet. Cosas del bloqueo y del bloqueo mental de los dirigentes cubanos, que como los chinos, también ven Internet como un gran peligro para su casi completo monopolio de información sobre nuestro pueblo… con decirte que nos vinimos a enterar de que la URSS había invadido Afganistán sólo en el 85. Voy a revisar mi correo dos veces por semana a la Unión de Escritores, y ahí descargo muy pocos ezines. Tampoco conozco tantos, que conste. Me gusta MiNatura, de mi socio y compatriota Ricardo Acevedo, y Qubit, de otro amigo cubano, Raúl Aguiar. También Korad, del taller Espacio Abierto, al que pertenezco… Alfa Eridani, español, y por supuesto, esa joyita que es BEM on line. Ah, y el venezolano Forjadores está muy bien, casi lo olvidaba.
Bueno, nombraste un montón, te olvidaste de Axxón, pero sé bien que lo conocés, porque te vi publicado allí ¿Hay algún autor contemporáneo que sigas?
Axxón hace años que dejo de ser un fanzine: es una institución en la CF en español. Honor a quien honor merece.
Autores de hoy que sigo, hay muchos: el canadiense Robert Sawyer. El norteamericano Neal Stephenson. El australiano Greg Egan. Los ingleses China Mieville y Stephen Baxter. Y en español, tu compatriota Saurio, el chileno Jorge Baradit, los españoles Victor Conde, Rodolfo Martínez, Javier Negrete, Juan Miguel Aguilera y un joven talento, biólogo como yo: Sergi Mars.
¿Cuál es tu autor favorito?
Sin dudar un instante, Robert Heinlein. He aprendido más de su manera de construir personajes y situaciones que de ningún otro maestro. Aunque no siempre (por no decir casi nunca) esté de acuerdo con sus puntos de vista… no diré llanamente fascistas, como tan a menudo lo acusan, pero sí demasiado derechistas. Ah, sin embargo, mi novela favorita de todos los tiempos es Tigre, tigre. Lástima que Alfred Bester sólo escribiera otras tres novelas, dos de ellas olvidables, y un magnífico puñado de cuentos. Nada comparable a la voluminosa e impactante obra de máster Heinlein.
Uff, Heinlein; es muy versátil. Recuerdo cuando leí Viernes o Amos de títeres y la imprevisible, El Número de la bestia. Sin duda es un gran autor. ¿Según tu parecer, los autores de CF colaboran entre sí o son individuos aislados?
Dicen que hay de todo en la viña del señor… incluso vino. Hay autores de CF solitarios, paranoicos, huraños, sociópatas… y otros dicharacheros, claneros, a los que les gusta emprender proyectos colectivos, novelas a dúo, universos compartidos, e-zines, antologías… creo que soy uno de esos, que piensa en la CF cubana como un club de buenos amigos, aunque siempre priorizo mi propia obra.
Bueno, en eso sólo coincido a medias. Me encanta relacionarme y tener amigos con quienes charlar de estos temas, pero como autor soy un ermitaño sociópata. Igual escribí un cuento con Alexis Brito Delgado, lo que considero una experiencia gratificante en todos los aspectos. En los cómics, siempre trabajé con guionistas con resultados de todo tipo…. pero ahora prefiero escribir los guiones yo solito. ¿Qué opinas de los ilustradores?
A ver: por un lado, suelen ganar más que los autores, lo que no me parece del todo justo. Por el otro, son bastante menospreciados por los artistas de la palabra, mientras que el gran público los endiosa, probablemente porque es más fácil captar su maestría de una sola ojeada en vez de dedicar días a leerse un texto. Bueno, distintas manifestaciones, distintas reglas. Pero es indudable que muchas buenas ideas se le ocurren a uno mirando ilustraciones de Giger, Boris Vallejo, Julie Bell o Soroyama. Y viceversa. Ojalá alguno de ellos ilustrara un día una de mis historias.
Ahh, Soroyama y esa precisión con la lencería. Se nota que sabés admirar el arte del dibujo, nombraste cuatro monstruos y todos de estilos diferentes. ¿Es importante la divulgación de las novedades CF?
Por supuesto. Es como el menú del restaurante: descontando algún afortunado fan millonario como Forrest T. Ackerman o Larry Niven, y este tampoco puede darse el lujo de leerlo todo si quiere tener tiempo para escribir lo suyo, uno no puede comprar todo lo que quisiera. Entonces tiene que elegir. Y si vive en un país lejos de los circuitos de distribución de novedades, como es mi caso, tiene que aguantarse hasta que sale de viaje y además tiene dinero para un asalto a las librerías (aunque sean las de viejo, porque el dinero nunca es mucho, por desgracia) Entonces, leer sinopsis, ver libros que le interesan, es una ayuda notable a la hora crucial de decidir cuál vas a comprar. Aunque, ya se sabe, la verdadera literatura de CF son las sinopsis de contracubierta: todas te dicen que no puedes seguir viviendo sin leer ese libro…
Já, já. Para eso hay que tener olfato: para que no te timen. ¿Qué opinás de la autoedición?
Es una opción: para quien tiene algún dinero, un gran ego y mucha seguridad en que van a leerlo, es una inversión promocional. Algo arriesgadita, eso sí. Mientras que para quien tiene dinero, también un gran ego y la seguridad de que si no se publica él, nadie lo hará, es un premio de consolación. No es mi opción. Y no por falta de ego, que cosnte. Es sólo que yo ya lo escribo; que me lo publiquen otros, si quieren.
Ese es un buen punto. Yo noto que muchos consideran esto de la publicación o los premios como una competencia. Supongo que deriva del mito del sueño americano u otra sandez por el estilo. Mejores y peores. Pro y amateurs. A mi parecer una vez escrito o dibujado, la cosa está. El resto es virtual. Muchos creativos murieron en el anonimato y la pobreza y otros que ya, ya no dejan de aparecer en todas las revistas.
¿Te animás a opinar sobre algún editor que te haya publicado? ¿O no te haya publicado?
Huy. ¿Proferirías blasfemias contra Dios en una entrevista para la Televisión Vaticana? Mira: tengo, como todo autor, historias buenas y malas con los editores. Adelantos que he cobrado aunque luego no salió el libro, libros publicados de los que no cobré un centavo (quiero ser optimista y poner “aún no he cobrado”, pero no me sale, palabra de honor) incumplimientos de contrato, faltas absolutas de divulgación… pero, haciendo un balance, creo que he tenido bastante suerte. La mayoría de las editoriales a las que he enviado textos han optado por publicar uno u otro… no siempre los que yo quería, cierto, pero así es este negocio.
Yo he oído historias de editores de cómics bastante feas, pero en lo que se refiere a editores de CF no puedo quejarme; lo único que me molesta es cuando me piden un dibujo y después no lo usan. Tengo un punto débil ahí y soy muy rencoroso en eso. Por lo demás nunca siento rencor, je. ¿Ves televisión?
Sí y no. Veo series y algún que otro programa, pero rara vez en tiempo real. Por ejemplo, de la televisión cubana, que es bastante buena porque no tiene publicidad comercial, aunque sí política ¡qué remedio! sólo sigo más o menos regularmente un programa: X-distante, los sábados a las 9 y media de la noche, porque presentan animados de estreno, a menudo nipones, pero no sólo. En cuanto a las series que me interesan, las copio y las veo en mi ordenador. Todas piratas, por supuesto; Cuba es algo así como una nueva isla Tortuga del ciberespacio. Y el primer pirata es el Estado, que con la excusa del bloqueo yanqui no paga ni un centavo por las series que pasa por TV. No tengo nada contra la TV… sólo que no me gustan las telenovelas, y mi madre se pasa el día siguiéndolas. Por demás, documentales de divulgación, filmes, etc, si llego y lo están pasando, me quedo a verlo. Hace años, cuando viví en Roma, tenía la costumbre de escribir mirando la TV… era un modo de mantenerme conectado con el mundo, supongo, aunque estuviera lejos de mi país.
Ajj, las telenovelas… Nunca un alien o una nave espacial en la trama. Sólo cosas cotidianas que le pasan a la gente común con gente común. Qué bueno que Cuba no pague por pasar las series; me encanta. Está para irse a vivir ahí. Encima me encanta la playa, el verde y el calor… si descubrís esa máquina del tiempo no te olvidés de venir a buscarme, che. ¿Qué opinas sobre los adelantos tecnológicos en la vida diaria?
En primer lugar, que cada vez se incorporan más velozmente a nuestra cotidianeidad. Así que, en segundo lugar, no tiene sentido oponerse a ellos, que es la primera reacción instintiva, porque los seres humanos somos todos por naturaleza conservadores, que tememos y desconfiamos del cambio. Yo, por ejemplo, no resisto los teléfonos móviles… pero confieso que buena parte de mi rechazo se debe a lo caras que son las llamadas en Cuba. Si fueran más baratas, no digo que no… pero con su precio actual, un móvil en mi país sigue siendo más un status symbol que un gadget realmente útil. Este es un asunto también bastante complejo… uno a veces puede echar de menos aquellos tiempos felices en que un hombre podía repararlo todo con sus propias manos, y no tenía que quedarse boquiabierto e impotente ante una maraña de microcircuitos. Pero, a fin de cuentas, aún cuando todo el mundo podía cortarse su propia leña hubo siempre quien lo hacía mejor: los leñadores. Y su habilidad se pagaba. ¿Qué cada vez dependemos más de artefactos cuyos principios de funcionamiento no comprendemos? Se llama interrelación, especialización, y es inevitable. No creo que se deba denostar la tecnología ni acusarla de que aísla a las personas. Aunque tampoco idolatrarla. La tecnología es un elemento más, como la ciencia: ni buena ni mala. Somos nosotros los que las usamos o abusamos de ellas. Claro que es tentador echarle la culpa de todo al progreso ¿no? Pero también bastante tonto.
¿Qué pensás de las nuevas formas de comunicación? ¿Y las redes sociales?
En teoría, me parecen fantásticas. En la práctica, recuerda que no tengo Internet en casa, y que para mí chatear es casi como volar al espacio. Hay un cierto peligro de que el Facebook, el Twitter y el Hi-5 hagan a la gente olvidar o devaluar el significado de los contactos reales… pero también se dijo eso del cine, y mira si las salas de proyección no se convirtieron bien pronto en sitios de encuentro. Por el mismo camino van los cibercafés y locales de videojuegos. Nunca habrá demasiados sistemas de interacción social… sin contar con que, ¡quién sabe! tal vez gracias a Internet podamos regresar a ese viejo ideal de la democracia participativa en tiempo real, y no más la representativa que ya hoy por hoy ni funciona ni representa a nadie. Yo creo en eso… quizás cuando la mitad de la población mundial tenga acceso a la World Wide Web pueda ser ¿por qué no?
Yo digo siempre que no es malo el puñal sino quien lo esgrime y Facebook o el chat a cierta gente la aleja de la realidad, pero para mí es una herramienta magnífica para divulgación y contacto con gente que uno admira o aprecia. Ahora los chicos siguen aventuras a través de juegos de video o historias en cine condicionadas por el merchandising ¿Pensás que eso reemplazará a la literatura tradicional?
No lo creo. Como ya escribí arriba, el cine no mató al teatro, ni el videocassette al cine. En cuanto a la literatura tradicional, creo que está a punto de sufrir una gran revolución: el libro electrónico. Y alguien tendrá que inventar una solución draconiana para que los autores cobren sus royalties o derechos. Aunque no creo que los libros mueran por eso. Viendo un videojuego, uno tiene que aceptar la apariencia que le dieron al personaje los diseñadores, aunque te crees un avatar propio. Pero el libro da rienda suelta a la imaginación. Es una diferencia de clase, no de grado.
Bueno, no quiero ser agorero, pero ya viste lo que pasó con la industria de la música, ya no existen los álbumes ni las ganancias por los discos, los músicos viven de los shows en vivo y ya. El comic se vende por internet ahora y con cierta habilidad se pueden descargar los discos, los libros, películas e historietas antes de que salgan al mercado ¡Adiós los monopolios! Hasta la información está perdiendo su podio con la proliferación de blogs sobre periodismo casero. ¿Por qué pensás que la CF es tan infravalorada en la opinión general?
Otro fenómeno complejo. Primero, es una literatura y un modo de ver el mundo que requiere un gran feedback para comprenderlo: si no has leído o visto mucha CF, no entiendes nada cuando chocas con tu primera novela del género. Segundo, siempre ha estado, está y me temo que seguirá estando de moda en los ambientes académicos denostar aristocráticamente todo lo que huela a cultura popular. En un tiempo fue el policíaco, pero ahora ya ha sido reivindicado por autores que lo convirtieron en vehículo de denuncia social… y a veces la CF toma también ese camino, por cierto. Los académicos critican siempre lo que no entienden para no tener que decir que no saben de qué están tratando los otros. Por otro lado, con sus sombrías advertencias sobre las consecuencias futuras de nuestras acciones, la CF a menudo es como el pájaro de mal agüero cuyos graznidos nadie quiere oír. Más tecnología, más energía, más consumo, más aparatos electrodomésticos, gritan todos embriagados… pero por favor, que nadie agüe la fiesta, que nadie hable de agotamiento de recursos, de superpoblación o de polución, qué mal gusto. Sin embargo, creo que pronto será evidente que la única manera de captar y describir este presente que cambia cada vez con mayor velocidad es a través de esa literatura supuestamente del futuro: o sea, la CF.
¡Qué magnífica opinión! Me la leí tres veces, muy buena ¿Imaginás que algún día conquistaremos el espacio como en Star Trek?
Por supuesto. ¿Qué optimista sería si te dijera lo contrario? Aunque no todas las razas que encontremos serán tan humanoides como klingons, vulcanos y romulianos. No creo que la velocidad de la luz sea una barrera eterna. La mente se sobrepone a la materia. Alguien, algún día, (y todavía tengo la esperanza de que sea mientras yo viva) hallará un modo de que salgamos del Sistema Solar sin tener que invertir generaciones en un viaje de pocos años luz. Y si nuestra ciencia no es lo bastante potente como para crear el artilugio de marras… pues se lo compraremos a otra especie. Que nos lo venderá muy caro, naturalmente.
Ojalá, sea así, amigo. Me encantaría creerlo. Si hubiese un holocausto climático o ecológico ¿Qué harías?
Mira, esto puede sonar egoísta y muy fatalista… pero supongo que tratar de sobrevivir, primero yo y los míos y el resto de la humanidad (si acaso) después. Por eso escribo intentando que las cosas no lleguen a ese punto. Porque no estoy seguro de que tenga todo lo que se necesita para ser un sobreviviente. Y tampoco quiero saberlo del modo directo. Si los hielos del Ártico y el Antártico se derriten huiré a una montaña mientras crea que tengo tiempo, si viene un invierno nuclear trataré de buscar el Ecuador o enterrarme en un búnker… sobrevivir, esa será mi única preocupación. No estar recalcándole a los imbéciles gobernantes que no escucharon advertencias (si es que. como temo, algunos a pesar de todo sobreviven al linchamiento por las masas enardecidas) “te lo dije, te lo dije y no me escuchaste…”
Yo haría lo mismo y te aseguro algo: Tenés lo que se necesita para sobrevivir, sos humano. ¿Cuál es tu película de CF favorita?
Huy, otra vez la pregunta del hijo predilecto. Mira, la favorita es Terminator, la primera. Pero la que considero mejor es Blade Runner. Gusto y juicio estético… un excelente recurso para poner dos por el precio de una, también.
¡Me acuerdo cuando vi Terminator! Salí del cine viendo todo con ese filtro azul que tenía la fotografía de la película, pensando mil veces que poético era que el soldado protector fuera el padre de aquel que admiraba y encima estuviese enamorado de una fotografía, ninguna de las continuaciones la superó. De Blade Runner, te comento que la mayoría de los invitados coincidió con vos. ¿Crees que los autores de CF son nerds o ratones de biblioteca despegados de la realidad?
Creo que me voy a repetir. Porque otra vez me toca decir que de todo hay en la viña del señor. Hay autores de CF que viven encerrados en sus bibliotecas o conectados 24 x 24 a Internet y navegando de sitio en sitio, que nunca han ido a una discoteca, que jamás se han emborrachado (yo, por ejemplo, recalco mi condición de abstemio 100%), que no practican deporte, que no saben cómo seducir a una muchacha ni liarse a puñetazos (y ya ese caso sí que está bastante lejos de mí), y otros que viven la vida a borbotones, peligrosamente. Ni un estilo de vida ni el otro garantizan escribir mejor literatura. Tan bueno fue Borges como Hemingway. Eso sí… no creo que ser un playboy o un nerd, cuando se escribe CF, signifique estar apartado de la realidad. No es sólo por la aventura que escribimos historias postcatastrofistas… también nos preocupa de veras lo que puede pasar si las cosas siguen como van. Un mundo postnuclear puede ser un buen escenario para las aventuras de un nómada violento con poderes mutantes, como tu Sálvat… pero creo que, puestos a elegir, la mayor parte de los lectores preferiría evitar encontrarse en él. Eso no es estar separado de la realidad, sino todo lo contrario, me parece; es estar preocupado por sus consecuencias.
¿Cuál fue el último cuento de CF que leíste?
El cuento del elegido, de David y Carlos, dos colegas cubanos. Una breve parodia de todas las profecías de Elegidos, porque la sibila en este dice lo grande que podría haber sido el chico al crecer… si no hubiese nacido muerto. Ja. Breve y con una idea genial, pero creo que tienen que tallerearlo un poco más. Y se los diré… en mi próximo email. Me lo enviaron hoy mismo.
¿Pensás que alguien leerá este diálogo?
Por supuesto ¿no te dije que era un optimista a prueba de misiles nucleares? Al menos dos personas lo leeremos: yo que lo escribí, para revisarlo, y tú, por curiosidad, y eso ya es algo. Y como la diferencia entre 0 y 1 es conceptualmente mucho mayor que entre 1 e infinito ¿por qué no confiar en que también resultará mínimamente interesante para otros que no seamos ni tú ni yo?
3 de mayo de 2011 - Punto de Lagrange
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