Invitado de Hoy: Quique Alcatena –
Historietista – Dibujante
de Merlín (Con Robin Wood), La Fortaleza Móvil, El Mundo Subterráneo y El Mago
(con Ricardo Barreiro), Pesadillas, Acero Líquido (Con Eduardo Mazzitelli),
Conan para Marvel, entre otras.
M.C:Hola ¿Quién eres? Preséntate con tus
palabras, por favor.
Quique Alcatena: Soy
Enrique “Quique” Alcatena, historietista.
M.C.: Claro. Sabés con estos diálogos me doy
cuenta que la palabra “historietista” abarca en algunos casos una trayectoria
enorme, je, je. ¿Cómo empezaste a aficionarte a la Historieta?
Q.A.: Desde
el momento en que una cayó en mis manos, allí en mi lejana infancia. Recuerdo
especialmente con mucho cariño “Crisis en Tierra Uno”, en un número de Batman
presenta a “Campeones de la Justicia” (que era como en Novaro habían bautizado
a la JLA).
M.C.: Sí, he visto en tus comentarios y
también en tu blog que valoras muchísimo a los comics de superhéroes. Yo me
formé más con la revista Skorpio y algunas españolas de los ochentas. Y me
admiraba en la casa de Frank Szilagyi cuando él me mostraba, a modo de
enseñanza, montones de páginas de historietas de superhéroes. Era como que me
había perdido de algo. Hoy tengo mi colección de Marvel y de Dc, pero soy medio
exquisito en mis preferencias. ¿Viste que hay autores que tienen cierta
aversión a los comics? En un documental sobre Moebius, Jodorowsky habla pestes
sobre ellos. Igual pienso que es una manera de pensar de esa época o por
distintas ideologías respecto a las historietas. Pienso que el dibujo no tiene
fronteras ni límites. ¿Cuál es tu opinión sobre esto?
Q. A.: Cada
maestrillo con su librillo, y sobre gustos no hay nada escrito. De todos modos,
no me gusta denostar o hablar pestes, como decís, de nada. Soy muy cauteloso al
respecto, porque que a mí algo no me guste no me autoriza a descartarlo. Me
gustan los superhéroes y me gusta Jodorowsky. Eso sí, reconozco que el
tratamiento que en general se hace hoy en día de los superhéroes, no es para
mí.
M.C.: ¿Y cuando sentiste el impulso de
empezar con el dibujo?
Q.A.:También,
a muy temprana edad. Siempre estuve con mis lapicitos y hojas de papel dando
vueltas por ahí.
M.C.: ¿Qué temas te gustan en los dibujos y las historietas?
Q.A.:Muchísimos,
aunque confieso que tengo una inclaudicable debilidad por los superhéroes.
M.C.: ¿Cómo
empezó tu carrera profesional? ¿Cuáles fueron tus primeros trabajos?
Q.A.:Mis primeros trabajos fueron allá por el ’75, un
guión de un tal “Debbie Sion” (andá saber de quién era el seudónimo, aunque
intuyo que se trataba de algún guionista italiano) ambientado en el Tíbet que
me dio Alfredo Scutti, pero que nunca salió publicado en la Skorpio nacional
(no sé si lo habrá sido en la italiana), y uno mío, de fantasía heroica, muy a
lo Fafhrd y Gray Mouser de Fritz Leiber, que corrió la misma suerte. Después
seguí metiendo algún que otro guión italiano, generalmente de tema histórico,
mientras era al mismo tiempo ayudante de Chiche Medrano, especialista en
historietas bélicas y de aviación, un señor dibujante.
M.C.: ¿Cuál
es tu aspiración? ¿Fama?
Q.A.:La fama es puro cuento, y a la larga, no es nada.
Vivir del trabajo que me gusta, poder mantener a mi familia con el oficio que
siempre me apasionó ya es muchísimo.
M.C.: Coincido a pleno. ¿Qué es lo que te hace
juzgar si una historieta es buena o mala?
Q.A.:Me cuesta hablar en términos de “bueno” o “malo”. Me
parece que la prueba final de una obra de arte es si nos emociona, nos
conmueve, o nos muestra algo que hasta ese momento desconocíamos o sólo
presentíamos.
M.C.: Sí. Y viendo tus trabajos uno
percibe que preferís la libertad de expresión a las estructuras. Hace mucho,
cuando leí Merlín y vi todas esas hadas chiquititas entre unas líneas sinuosas
y armoniosas, quedé fascinado. Creo que por un momento estuve dentro de la
historia. ¿Cómo fue trabajar en un guión de Robin Wood? ¿Tuviste alguna charla
con él? ¿La editorial te dijo algo cuando vio tu estilo de dibujo?
Q.A.:Fue
un placer trabajar con uno de los guionistas que más admiraba desde la
adolescencia, cuando descubrí Nippur y Dennis Martin. Lo conocí a Robin a fines
de los ’80, principios de los ’90, en una muestra de historieta que se había
realizado en Recoleta, y allí fue que me propuso trabajar con él. Había visto
mi trabajo con Barreiro y le había gustado. “Merlín” salió primero en Italia, y
más tarde en Columba (mi primer trabajo para esa editorial). Recuerdo que
Presa, el director artístico de Columba, una persona fascinante, que sabía
muchísimo de historieta, estaba intrigado con mi trabajo. Pero creo que le
gustaba.
M.C.: Cuando supe que dibujaste
Conan, al instante empecé a buscarlo. Soy muy fan de las historias de Howard.
Ver una versión tuya de Conan me encantó, Algo parecido me ocurrió con Meriggi.
¿Cómo llegaste a trabajar en una editorial internacional? ¿Esa fue la primera
vez que lo hacías?
Q.A.:No,
ya había trabajado bastante para DC y Eclipse, también Marvel. Llego al mercado
estadounidense de la mano de Tim Truman, al que le había gustado mi trabajo en
“La Fortaleza Móvil”, de Barreiro; quería que entintara su nueva versión de
Hawkman, en “Hawkworld”. Después tuve la posibilidad de hacer lápices y tintas
para Batman y otros personajes, junto a Chuck Dixon y Alan Grant. No me
interesaba ser sólo entintador o lapicista. Me gustó mucho hacer Conan, porque
me encantaba Howard, y lo que con ese personaje habían realizado Frazetta en la
ilustración, y Windsor-Smith, Kane y Buscema en historieta.
M.C.: Barry Winsor Smith me voló la
cabeza con Arma X y el Conan que hizo es hermoso. También trabajaste con
Barreiro y Mazzitelli ¿Ellos te buscaron para sus guiones o fue algo que se dio
mediante la editorial?
Q.A.:En
aquellas épocas, era el editor el que entregaba al dibujante el guión,
basándose en el estilo y potencial de éste. Cuando Alfredo Scutti vio las cosas
de fantasía y ciencia ficción que yo estaba haciendo para Inglaterra, me dio
“La Fortaleza Móvil”. Fue mientras la estaba dibujando que recién conocí a
Ricardo Barreiro. Eduardo Mazzitelli escribió “Pesadillas” para mí, cuando a su
vez vio lo que yo estaba haciendo con Ricardo. Después nos encontramos, y
empezó una amistad que hasta hoy dura.
M.C.: ¿Qué podes contar sobre
Barreiro? Es un guionista que admiro profundamente.
Q.A.:Era
un tipazo, generoso y abierto. Una máquina de ideas, pero muy desbolado. Uno de
nuestros grandes guionistas.
M.C.: ¿Cómo era la modalidad de
trabajo en editoriales como Record y Columba?
Q.A.:De
Columba mucho no te puedo decir en lo que a mí me toca, porque entré a esa
editorial de una manera poco usual, como te comenté. Pero tengo entendido que
funcionaba más o menos igual que Récord. Al principio, y durante muchos años,
Scutti me daba un guión que tuviera que ver con mis gustos y tendencias; cuando
lo tenía listo, Juan Zanotto, el jefe de arte, lo chequeaba y me sugería
cambios o correcciones. Recuerdo que me infartaba llevarme de vuelta el trabajo
a casa para hacer lo que Juan me había indicado (siempre cortésmente, eso sí,
porque era muy respetuoso del trabajo de sus colegas, aún del de un
principiante como yo), pero reconozco que siempre tuvo razón al señalarme las
cosas a corregir. La primera vez que no tuve que llevarme el trabajo de vuelta,
fue una gran satisfacción. Con el paso del tiempo, las propuestas sobre guiones
y/o ideas para desarrollar partían de Ricardo y yo, o Eduardo y yo más tarde. Scutti nos tenía
confianza, y siempre nos daba el visto bueno.
M.C.: ¡Qué groso tener de jefe de arte a un
dibujante tan espectacular! ¿Tuviste algún contratiempo para recuperar tus
originales?
Q.A.:Durante
muchísimos años, aquí y en todo el mundo, el uso era entregar los originales a
las editoriales. Uno estaba contento con el hecho de poder trabajar en el medio
que quería, y estaba más o menos resignado a perder los originales. Tuvo que
correr bastante agua bajo el puente para que tomáramos conciencia del valor del
original y de la posesión de los mismos, no sólo por el floreciente mercado de
venta de originales a coleccionistas, sino, fundamentalmente, que la nos
correspondía por derecho. Eso sí, todo lo que entregué antes de plantearle a
Alfredo que los originales se quedaban conmigo, y que le entregaría fotocopias
(y eso fue recién a partir de “Acero Líquido”, a principios de los ’90) nunca
más volvió. Se había ido todo para Italia. De vez en cuando aparecen algunos de
esos originales en venta por la red. Pero ya está.
M.C.: ¿Cuál era tu producción semanal
de páginas? ¿Trabajas con ayudantes?
Q.A.:Jamás
de los jamases llevé el cómputo de lo que hago por día, semana, mes o año.
Jamás me puse a contar cuántas páginas de historieta he dibujado en estos casi
cuarenta años de profesión. No tengo la cabeza ni la inclinación para ese tipo
de datos. Sé que tengo que entregar un trabajo en tal fecha, y apara esa fecha
debe estar. No me pongo a pensar “hoy
tengo que hacer dos páginas y media, mañana tres y un cuarto, etc.”.
Poquísimas
veces tuve que pedir ayuda a algún colega para realizar un trabajo. No me gusta
trabajar con ayudantes. No me gusta sacrificar ni un ápice de mi visión
personal (sea ésta lo que sea) a la hora de ponerme a dibujar. No me molesta
dibujar fondos (tarea que generalmente se les encarga a los ayudantes), sino
todo lo contrario.
M.C.: Te entiendo. Hace unos años
tuve un contratiempo con las fechas de entrega de una novela grafica y me
sugirieron que busque un a ayuda. El problema era que en mi cabeza ya tenía el
diseño de los personajes con el fondo. Así que dormí menos, pero llegué. ¿Qué
es la Historieta para vos?
Q.A.:Una
forma de expresión fascinante. Y en lo personal, además, una obsesión y una
dicha inagotables.
M.C.: ¿Sabes qué me encanta en tu
trabajo? Tu incansable búsqueda. No ocurre con muchos dibujantes. Lo más común
es que te topes con una nueva historieta de un dibujante que has perdido de
vista unos diez años y te encuentres que no ha cambiado mucho. Pero en tu caso
sé que me darás una sorpresa, je, je. ¿Estoy acertado o es sólo mi imaginación?
Q.A.:Gracias
por el cumplido. Siempre trato que cada trabajo sea interesante para el lector.
Siempre trato de comprometerme con lo que hago, de no hacer las cosas de
taquito. Por supuesto, algunos salen mejor que otros, algunos gustarán más que
otros.
M.C.: Hay algo que olvidé preguntarte
¿Cuál fue tu formación como dibujante? ¿Dónde aprendiste? Lo digo porque a
veces he imaginado que tiendes a lo pictórico dentro de la historieta.
Q.A.:Aprendí
mirando y mirando y volviendo a mirar a los dibujantes que me gustan (que en
general son los que me gustaron siempre). Por eso siempre aclaro que cuando uno
se define como “autodidacta” en realidad quiere decir que no ha tenido un
aprendizaje formal o académico. Uno siempre tiene maestros, que en mi caso han
sido muchos, tanto historietistas como ilustradores y pintores también:
Infantino, Ditko, Kirby, Windsor-Smith, Salinas, Foster, Forte, Marsh, Lucho
Olivera, Oswal, Dulac, Nielsen, Rackham, Frazetta, Hokusai, Sharaku, y un larguísimo etcétera.
M.C.: También admiro el manejo de los
grises, las texturas y los tramados. Tengo un par de libros de Gustav Doré con
imágenes de ángeles y perspectivas en medio de bosques donde la iluminación es
gloriosa. Encuentro algo similar en tus dibujos. ¿Es muy importante el
expresionismo en tus dibujos?
Q.A.:Me
olvidaba de Doré… Descaradamente, muchas veces trato de imitar en mi pasado a
tinta la riqueza de texturas y tramas de sus grabados. Si por “expresionismo”
te referís a la escuela artística de principios del siglo XX, me reconozco un
total admirador de la misma.
M.C.: Y también debo preguntarte por
el surrealismo. Hay imágenes de tu creación que parecen salidas directamente de
un sueño. ¿Recordás tus sueños, Quique? ¿O es obra pura de tu imaginación?
Q.A.:No
es en mis sueños donde encuentro inspiración, sino en el ejercicio sostenido de
la imaginación, por supuesto alimentada por todos los artistas, escritores y
músicos que admiro, y por la riqueza inagotable de la cultura humana, del
“Spiritus Mundi”, como decían los ocultistas.
M.C.: Sí, já, já. Entiendo a la
perfección. ¿Crees que hay público para lo que haces?
Q.A.:Calculo
que sí, ¿no?
M.C.: Humm esa
pregunta vino por defecto, por supuesto que hay un montón de publico, je, je. ¿Tienes
un e-zine favorito?
Q.A.:Me gusta Purple Comics, de Lea Caballero y su banda, la
Liga del Mal, de Baró, Tambuscio y secuaces, y Tótem Comics, de Calvi y un servidor.
M.C.: Sí a mí también me gustan. Yo
también valoro bastante al manga. Tiene elementos expresionistas y de narración
muy útiles. Lo único que me ha ocurrido cuando intenté hacer un manga fue que
me sentí restringido a ciertas técnicas. Por ahí es algo personal ¿Qué opinas
sobre el manga?
Q.A.:Como
en cualquier otra encarnación de la historieta, hay cosas magistrales e
interesantísimas. Me encanta la obra de Tezuka, de Sakaguchi, de Maruo, de
Koike y Kojima, de Tanaka.
M.C.: ¿Hay algún autor contemporáneo
que sigas?
Q.A.:Unos
cuantos. Moore, Calvi, Fer Gris, Lucas Nine, Schuiten, Guy
Davis, Mignola.
M.C.: ¡Ah Shuiten!! ¡Buenísimo! En
estos días estoy viendo laburos de Fer Gris impactantes. ¿Cuál es tu autor
favorito?
Q.A.:Imposible
para mí tener UN favorito, uno solo. Hay muchos autores que me gustan por
diferentes motivos. Pero entre todos ellos, Alan Moore pisa muy fuerte.
M.C.: ¿Según tu parecer, Los autores
de Historieta colaboran entre sí o son individuos aislados?
Q.A.:Hay
de todo, como supongo que lo hay en todos los oficios y profesiones. Pero he
conocido en este “metier” gente única, tanto humana como profesionalmente, como
Oswal, Calvi, Szilágyi, Mazzitelli, Lucho Olivera, Rodríguez Migueres, etc.
M.C.: Lucho Olivera, en muchos
momentos de mi vida uno de los mejores dibujantes argentinos. ¿Qué recuerdos
tenés de él?
Q.A.:Entrañables
recuerdos. Su Nippur me abrió la cabeza. Conocerlo personalmente y tratarlo a
lo largo de los años fue una dicha y un honor. Lo extraño mucho.
M.C.: ¿Qué opinas de los guionistas y
escritores?
Q.A.:Te
contesto nombrándote otra vez a Eduardo Mazzitelli, mi compañero de ruta
durante 25 años ininterrumpidos. Atesoro nuestra colaboración como pocas otras
cosas en mi profesión.
M.C.: Sin duda. ¿Siguen en proyectos
comunes? ¿Han publicado en editoriales de todo el mundo, verdad?
Q.A.:Seguimos
trabajando juntos. No te creas que nuestro trabajo ha sido publicado en muchos
lados. Más que nada, en nuestro país e Italia.
M.C.: ¿Es importante la divulgación
de las novedades sobre Historieta?
Q.A.:Claro
que sí. Todo lo que sirva para difundir nuestro trabajo está bien.
M.C.: ¿Qué opinas de la autoedición?
Q.A.:Una
alternativa valiosísima.
M.C.: ¿Te animás a opinar sobre algún
editor?
Q.A.:Cómo
no… He trabajado con muchos, pero entre
los históricos quiero destacar a Alfredo Scutti y Manuel García Ferré.
M.C.: Si, dos nombres importantísimos
de la historia de la historieta. Ahora recuerdo un unitario, no sé si Balcarce
era el guionista sobre un soldado que descubre en la última página que es un
robot. Ahí dibujaste una máquinas de guerra fusionadas con arañas (tal vez ni
te acuerdes de esto, je, je.) Para mi es significativo porque fue una de las
primeras historietas tuyas que vi. En la Skorpio supongo, ¿La recordás?
Q.A.:La
verdad que no me acuerdo de ese trabajo, pero sí recuerdo muchos guiones de
Balcarce, uno de nuestros mejores guionistas de ciencia ficción, sobre todo
aquellos en los que ayudé a Chiche Medrano.
M.C.: He visto que dictas seminarios
y cursos de historieta ¿Estoy en lo cierto? ¿Tenés muchos alumnos?
Q.A.:Estás
en lo cierto. De vez en cuando doy talleres, tarea que disfruto mucho. Nunca me
puse a contar cuántos alumnos tengo, pero son los suficientes como para que el
taller no se me escape de las manos y no pueda dedicar a cada uno el tiempo que
merece. No me interesa tener treinta alumnos, porque sería inmanejable.
M.C.: Hoy en día muchos profesionales
ya dejaron de usar el lápiz, el papel y la goma. ¿Qué opinás sobre los
programas de diseño gráfico?
Q.A.:Yo
sigo siendo fiel a esos tres artículos que mencionás. Me parece que las nuevas
tecnologías aplicadas a nuestro menester están muy bien, pero no son lo mío. Sí
me interesaría aprender a usar el color digital, pero no pierdo el sueño por
ello.
M.C.: ¿Qué necesita un dibujante para
ser profesional en tu opinión?
Q.A.:Disciplina,
en el sentido más cabal y profundo del término, que no tiene nada que ver con
formulismos o reglas que están reñidos con la espontaneidad.
M.C.: ¿Ves televisión?
Q.A.:Hace
mucho que no veo televisión de aire o de cable, pero sí muchas películas o
series en DVD.
M.C.: ¿Qué opinas sobre los adelantos
tecnológicos en la vida diaria?
Q.A.:Que
están muy bien, pero me da cierto resquemor comprobar qué dependientes de ellos
nos hemos vuelto. Hasta hace relativamente poco, nos arreglábamos muy bien sin
tanta cosa.
M.C.: ¿Qué pensás de las nuevas
formas de comunicación? ¿Y las redes sociales?
Q.A.:Son
muy útiles, pero, otra vez, tengo loa sospecha de que están solapadamente
reemplazando una forma de contacto más directo y humano, para llamarlo de algún
modo.
M.C.: Si, hacia eso vamos, pero no
veo como se puede impedir. Siempre fue así, con la máquina a vapor, el
telégrafo o los motores a combustión, lo nuevo reemplaza lo anterior, sin
posibilidades. Se dice que ahora los chicos siguen aventuras a través de juegos
de video o historias en cine condicionadas por el merchandising ¿Pensás que eso
reemplazará a los comics?
Q.A.:Puede
ser. Todo cambia, nada queda fijo en el tiempo. Y, lamentablemente, en muchos
países se dejó de pensar en los chicos a la hora de hacer historietas. Por eso
rescato el quijotismo de la gente de Banda Dibujada, que trata de volver a acercar a los chicos a este medio.
M.C.: Es cierto. Lo que admiro del
manga es que hacen historias para cada tipo de público, Creo que no han dejado
olvidado a nadie. Hay para niñas, para deportistas, para adultos, Ciencia
ficción, fantasía, terror, adolescentes, el género que se te ocurra. Pro la
verdad no tengo idea que es lo mejor que puede
hacerse con la historieta. ¿Has pensado en esto?
Q.A.:Lo
mejor que puede hacerse es volver a interesar a los editores para que apuesten
por el medio.
M.C.: ¿Por qué será que en la opinión general, la Historieta
es tan infravalorada?
Q.A.:Porque
sufre del prejuicio común a todas las manifestaciones artísticas llamadas
“populares”, o que tuvieron un origen popular. La historieta está unida a los
medios masivos de comunicación en sus orígenes, y arrastra desde ese entonces
el estigma de lo poco sofisticado, de lo ramplón. Aun así, ha dado obras de
arte universalmente consagradas, como “Little Nemo”, “Krazy Kat”, “Corto
Maltés” o “Mafalda”. Así que si hay (como las hay) personas que aun la
subestiman, allá ellas.
M.C.: Coincido, allá ellas. ¿Cuál es
tu opinión acerca de la propuesta de ley para incentivar la producción de
historieta nacional?
Q.A.:Está
muy bien en la teoría, pero veremos cómo se lleva a la práctica. Y si funciona
como incentivo para que los historietistas hagamos mejores trabajos, mejor aún.
M.C.: ¡Ojalá! ¿Y respecto a la idea
de agremiarse para conseguir la pensión o jubilación para los dibujantes?
Q.A.:La
idea de agremiación aspira a muchas más cosas que la pensión a la que te
referís y que, por otra parte, es un reclamo justo.
M.C.: ¿Imaginás que algún día
conquistaremos el espacio como en Star Trek?
Q.A.:Ojalá,
pero me parece que con el final de la Guerra Fría la carrera espacial entró en
stand-by.
M.C.: Si hubiese un holocausto
climático o ecológico ¿Qué harías?
Q.A.:Trataría
de resguardar y proteger a mi familia.
M.C.: ¿Cuál es tu película basada en
historietas favorita?
Q.A.:Mmm…
Las de Iron Man no están mal.
M.C.: ¿Crees que los autores de Historieta
son nerds o ratones de biblioteca despegados de la realidad?
Q.A.:Son
eso y muchas cosas más, como todos en esta feria de vanidades.
M.C.: Já, já. ¿Cuál fue la última
historieta que leíste?
Q.A.:“Hearto of Ice”, de Moore y O’Neill.
M.C.: La tecnología
trae cambios de formatos, Ahora hay una proliferación de tablets y otros
aparatos para ver historietas. ¿Cómo imaginás la historieta en el futuro?
Q.A.:Confieso que mi imaginación no va por esos lados: no
me interesa especular sobre ese futuro, que aún no existe. Las cosas serán como
deban ser; hasta puede ser que la historieta como la conocemos hoy en día
desaparezca. Lo único que podemos adivinar del futuro es que seguramente será
muy distinto de lo que ahora nos imaginamos. Si la gente prefiere tablets o
tablillas de arcilla, genial.
M.C.: ¿En qué estás trabajando
actualmente? ¿Tenés algún proyecto en mente?
Q.A.:Estamos
realizando una nueva serie con Mazzitelli para Italia, la continuación de
“Nuggu y los Cuatro. Con Luciano Saracino hacemos “Artús” para Telam, y estoy
trabajando también en una historieta para la India. Con Oche Califa estoy
haciendo unos libros ilustrados sobre leyendas universales para Colihue. Y, por
supuesto, me doy el gusto de hacer superhéroes como a mí me gustan con “Dr.
Paradox”, para Tótem Comics, el sello virtual que fundamos con el querido
Fernando Calvi.
M.C.: ¿Pensás que alguien leerá este
diálogo?
Q.A.:Alguien
lo hará, o tal vez no.
Blog de Quique Alcatena: http://quiquealcatena.blogspot.com.ar/
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